UGT ha denunciado que en el área santiaria de la Axarquía, en Málaga, están entregando mascarillas caducadas del año 2014 a los profesionales sanitarios que se exponen cada día a la pandemia del coronavirus. En un vídeo se puede comprobar cómo al usar alcohol se puede borrar el tachado realizado con rotulador para comprobar que estas mascarillas son un riesgo de contagio.
El uso continuado de mascarillas inoperativas es más peligroso aún que el mero uso de mascarillas no aconsejadas en el sentido de que las FFP2 que sí dejan filtrar el aire contaminado generan una sensación de protección que hace actuar en consecuencia de forma diferente. Es decir, los contactos son otros con los pacientes.
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El SAS no ha dado ninguna explicación de por qué ha puesto en funcionamiento estas mascarillas caducadas. Los problemas surgen en el filtrado y/o en la colocación, y es por eso que estos elementos de protección tienen un periodo de uso recomendado.
A esto se suma que los profesionales llevan tiempo denunciando que se les entregan mascarillas para más de una semana incluso, cuando las FFP2 deberían desecharse tras una jornada de trabajo. Los sanitarios desinfectan estas al acabar el turno para seguir trabajando con ellas.
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