La paradoja de la sociedad española de la transición era que algunos aristócratas y gente bien trataban de aparentar menos alcurnia que el pueblo llano
A simple vista parece un despropósito que un papel firmado por un señor que ha empleado en ello menos de dos minutos tenga más precio —ojo, digo precio, no valor— que diez olivos criados durante tres años
Decir que la URSS, Cuba o China fueron o son comunistas es algo parecido a decir que en un pueblo andaluz hay un régimen comunista porque desde hace años gobierna un partido que se dice comunista
Todos lo queremos todo y lo queremos ahora mismo. Eso, obviamente, no es posible y ni siquiera es conveniente. Por eso la política debe negar muchas cosas