El programa de Juan y Medio, resiste.
El programa de Juan y Medio, resiste.

La actual dirección de Canal Sur hace cuatro meses y medio que llegó a sus puestos y los resultados no pueden ser más mediocres. Ya se han cumplido con creces los 100 días de gracia que se le concede a cualquier equipo de gestión. Todo apunta a la baja y se dan un margen para cambiar el rumbo descendente. Demuestra poca ambición de partida. La cuota de pantalla general está en caída libre, los informativos pierden seguidores, los nuevos programas no tienen el respaldo de la audiencia…

Quizá el dato más elocuente lo encontramos con 5.C El debate, que presenta y dirige Mariló Montero. Se han convertido en el peor estreno de la historia del primer canal de la cadena autonómica: sus tres emisiones han cosechado un pírrico share del 1,8%, 2,5% y el 3,2%, respectivamente, con una media de espectadores muy por debajo de los 100.000. En términos de audiencia (por entrar solo en una valoración objetiva), un auténtico fiasco. Otro cambio a peor es el protagonizado por el magazine matinal Hoy en día. El cambio de productora (Secuoya tomó el relevo de ADM) se ha traducido en menos público y el triple de presupuesto. Para este viaje no hacían falta estas alforjas… Todo lo que funciona procede de la etapa anterior. La televisión pública mantiene constantes vitales gracias al programa de sobremesa de Juan y Medio, Andalucía directo y el programa de cocina Comételo.

En los informativos, la pérdida de cuota de pantalla está íntimamente relacionada con el sesgo tendencioso que se impone desde el Palacio de San Telmo. El director general, Juande Mellado, ni pincha ni corta en esta área. Dicen en la casa que el que dirige las operaciones es el presidente del consejo de administración, Rafael Porras, quien desde este puesto institucional y sin competencias reales marca la línea a seguir al jefe de informativos, Javier Domínguez. Se comenta en los corrillos que Porras, amigo personal de comidas y otras farras del presidente Moreno Bonilla y del superconsejero Bendodo, es el transmisor de las consignas para realzar la parte pepera del Gobierno andaluz y silenciar (o desgastar) a los grupos de izquierdas en la oposición.

Foto.- Efe. Porras, Moreno Bonilla y Mellado.

En la radio ocurre más de lo mismo, con un escoramiento descarado y posiciones radicales que están espantando también a la audiencia. La cadena pública ha orillado a tertulianos de visión progresista y en tertulias y entrevistas hay una preeminencia del pensamiento único conservador. Incluso se les ha indicado a algunos redactores que no se identifique a Vox como extrema derecha.

Los trabajadores están escandalizados por esta deriva que la derecha ha practicado ya en otras cadenas públicas con un fatídico final. Primero, usan el medio, lo arruinan financiera y socialmente con el menoscabo de audiencia y credibilidad y acaban tomando medidas drásticas como el cierre, despidos masivos o la privatización. Si nadie lo remedia, el futuro de Canal Sur se puede teñir de negro.

PD.- Muy comentado también en el seno de la plantilla el furor del Porras en las redes sociales al calor de temas de actualidad. Siendo un cargo institucional elegido por el Pleno del Parlamento no deja ninguna ocasión para tomar partido y barrer para casa.

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