A mayor biodiversidad de especies silvestres espontáneas, mayor nutrición saludable, bienestar, sabor y sostenibilidad genera en los animales que comen en los pastos permanentes. Si el ganado es de razas autóctonas, perfectamente aclimatadas y adaptadas hasta tal punto de dar la mejor calidad excepcional sin necesidad de adicionar nada artificial.
El ácido graso Omega 3 es esencial para el ser humano —cerebro se compone en una cuarta parte—, siendo incapaz de generarlo por nosotros mismo, teniendo que tomarlo del exterior mediante alimentos, fijándose con ayuda del aceite de oliva virgen extra y tomate natural. Los pescados azules (sardinas, caballas, boquerones, atún, …) lo contienen, si bien las capturas mundiales cada vez son menores.
La carne alberga también Omega 3, siendo las razas locales que pastan siempre al aire libre, libres de movimientos, las que proporcionan la relación óptima sana por debajo de 4:1 de Omega 6/3, mayores niveles de vitaminas A y F, doble carotenos y selenio como antioxidantes, siendo conveniente y recomendable su consumo por nosotros, con moderación como el resto de alimentos, y beneficioso para el territorio por mantener —hasta ramoneando— su cubierta vegetal, anual y permanente, en estado óptimo.
Estudios científicos avalan, experiencias prácticas demostrativas existen con consumidores plenamente satisfechos, solo falta apoyo decidido de administraciones y por nuestra parte pedir en carnicerías locales, comedores, bares, restaurantes y mercados de abastos, carne 100% de pastos de por vida, que sabe a nuestra tierra, nos permite pensar convenientemente y mantenernos vivos por más tiempo adecuadamente.
Comentarios