Multitud de pintadas nazis, en contra del comunismo y del colectivo LGTBIQ están apareciendo por nuestra ciudad como una asquerosa plaga. Las hemos visto en muchos lugares: en la sede de Podemos, en la de Izquierda Unida, en la CNT o en el comedor social de El Salvador. Por su modo de escritura, el autor podría ser un nazi descerebrado al que muchas horas de Intereconomía y TVE1, más las arengas machoalpha de la extrema derecha, han lobotomizado y envalentonado. Quizás se trate de la, desafortunadamente, típica pintada contra los que remamos contra el poder que se han visto en otras localidades, o quizás no, ¿quién sabe cómo acabará este incidente?
Lo que es seguro es que recogemos en Jerez lo que se ha venido sembrando. Y durante los últimos seis meses algunas personas han sembrado no pocas semillas de odio. Se ha hecho la vista gorda en muchas manifestaciones donde participaban nazis que alegre y libremente jaleaban sus consignas y se les han reído las gracias. Se ha echado leña al fuego y cocinado rencor, mezclando temas políticos con xenofobia, clasismo y homofobia. Se han utilizado columnas de opinión en los medios como si fueran auténticas trincheras. Las redes sociales como dardos envenenados. Y algo muy triste, se ha empleado la bandera de España como subterfugio para permitir casi cualquier cosa.
Las pintadas no son más que una consecuencia del huracán de odio que se ha desatado. Es triste admitirlo, pero a nadie sorprende que aparezcan estas pintadas nazis. Pero si este nazi descerebrado, en algún momento de efusividad, piensa que nos vamos a amedrentar, si cree que vamos a meternos en la cueva y que no saldremos más a hacer política, entonces anda muy equivocado. A mayor odio, responderemos con más amor. Con más libertad. Más participación. Más LGTBIQ. Más contrapoder. Más igualdad. Más diversidad. Más cultura. Más pedagogía. Con más democracia. Este nazismo cutre y de nueva ola solo sirve para reafirmarnos en nuestros valores democráticos; la mejor arma contra la barbarie. No tenemos intención de dar ni un paso atrás.
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