El objetivo por parte del Ayuntamiento está conseguido. Quería vender que en una ciudad con el fuerte desempleo existente en Jerez no ha conseguido cubrir con parados propios el programa Emple@Joven.
Cuando la anécdota se eleva a categoría la veracidad pende de un hilo. Un ejemplo lo tenemos en la nota colgada en la web del Ayuntamiento de Jerez en la que se enfatiza que hay distintas profesiones requeridas en el plan Emple@Joven (seis meses de contrato con una remuneración que oscila entre los 1.300 y 1.700 euros brutos cada mes) que no se han podido cubrir a partir de parados jerezanos menores de 30 años. Esos puestos, se cita expresamente, corresponderían a plazas requeridas para arquitecto técnico, fisioterapeuta, ingeniero técnico informático, ingeniero técnico forestal y sociólogo.
Desde el Ayuntamiento se afirma como posible razón (sin que aparezca esta palabra u otra que sea sinónimo) que aunque haya parados en las oficinas del Servicio Andaluz de Empleo (SAE) en Jerez de jóvenes con el perfil requerido, los mismos no estén inscritos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, un requisito que se considera obligatorio (y al que se anima desde el gobierno municipal a que se inscriban los jóvenes parados de Jerez). Bien, no será en estas líneas desde donde se diga qué ha podido pasar. Si se ha comprobado que había jóvenes parados en Jerez con ese perfil pero que no estaban inscritos en el mencionado Sistema no hay nada más que hablar. Ahora bien, como esa comprobación me parece desmedida para los parámetros en los que habitualmente nos movemos en la ciudad, tal vez deberíamos reparar en que las plazas sin ocupar son bastante específicas y puede —ser, es posible— que en este momento no haya nadie inscrito en el paro con dichas características.
En cualquier caso, el objetivo por parte del Ayuntamiento está conseguido. Quería vender que en una ciudad con el fuerte desempleo existente en Jerez no ha conseguido cubrir con parados propios el programa Emple@Joven, cuando realmente estamos hablando de una anécdota (no llega al 10% de lo ofertado ya contratado), una anécdota elevada a categoría y, en consecuencia, buscando un fin. Cuál es, se me escapa, aunque creo que para quien no pase de leer algunos titulares que he visto por ahí, tanto en papel como en el mundo digital, es dar a pensar al lector que no está lloviendo tanto en materia de empleo, no creo que sea criticar la formación de los jóvenes o la necesidad de estar inscrito antes aquí o allá, seguro.
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