"Ha comenzado la parte en la que todos aquellos que nos hacen disfrutar desde el Falla a la calle comienzan a darle forma a la fiesta".
Llega octubre, el nuevo carnaval para algunos hace ya un mes que empezó, para otros acaba de empezar o están esperando que se les vaya el moreno para ello. Llega el momento, la creación ha comenzado, los autores están a vueltas con letras y músicas, los artesanos y costureras empiezan con la creación de los tipos y forillos, los directores de las agrupaciones comienzan a empastar voces, la instrumentación le da su toque personal. La fiesta comienza para ellos, en su parte más intima. En sus locales de ensayo se comienza a fraguar todo aquello que lleva posiblemente dando vueltas en las cabezas de los autores desde este verano.
Ha comenzado la parte en la que todos aquellos que nos hacen disfrutar desde el Falla a la calle comienzan a darle forma a la fiesta. En Cádiz llega la noche y comienzan los ensayos, comienzan esos “no puedo tengo que ensayar”, las bufandas comienzan a salir a la calle incluso antes de que empiece el frio, hay que cuidar esas gargantas. Lluvia, frío, viento, fiestas, partidos de futbol y cervezas perdidas, baños y buenas noches de sus hijos a echar de menos, ya han empezado los ensayos.
Comienza la incertidumbre, las inseguridades, pero al mismo tiempo la ilusión y la euforia de el comienzo de algo nuevo. ¿Gustará? ¿Me estaré equivocando? Son meses de incertidumbre hasta el estreno, meses de esfuerzo, meses de noticias y de historias que serán contadas un nuevo carnaval y un nuevo año. Algunas se quedarán en esa intimidad del local, y otras verán la luz en un teatro que se hace grande, en una esquina que se convierte en el mayor teatro del mundo, historias preparadas y contadas para los que disfrutamos de esta fiesta desde el primer segundo en que se levanta el telón hasta el último papelillo y la última serpentina que se tira en las calles de Cádiz que se convierte en el mejor teatro improvisado del mundo.
Y es que mientras los artistas que sacan sus discos se pasan años entre uno y otro, el carnaval comienza con las calores del verano a dar forma a una nueva obra. Una obra completa, con música, letra, vestuario y montaje. Y es que cada año es una obra nueva, no vale reciclar, letras que se quedan en un cuaderno de un año para otro no sirven, el periodismo del carnaval de Cádiz empieza a afilar sus bolígrafos, hay temas que han salido, hay temas que ya se han pasado, la actualidad manda, no sirve el reciclaje. Los personajes serán otros y contarán las nuevas historias de una manera distinta.
Un época de ilusión para todos, pero de perdidas, siempre digo que los carnavaleros en cierto modo pierden durante unos meses parte de su vida para darnos vida a nosotros, para regalarnos momentos en forma de letras y actuaciones que en el peor de los casos no acompañarán durante meses y en el mejor de los casos nos acompañaran para siempre. Pero en cualquier caso todas pasaran a la historia de la fiesta, algunas en mayor y otras en menor medida pero cada letra formará parte de ese libro del carnaval en el que las agrupaciones firman con todas sus actuaciones.
También es la época de echar de menos, agrupaciones que ya no están, carnavaleros que se fueron, autores que no nos regalaran sus letras. Pero la fiesta sigue, el carnaval sigue adelante a pesar de su continuo cualquier pasado fue mejor, y la ilusión vuelve cada año a acompañarnos, a unos en esta fechas en la intimidad de un local de ensayo, y a los aficionados cada día más según se acerca la cuenta atrás para que se levante el telón del Gran Teatro Falla que es el primer paso para vivir un nuevo carnaval, para vivir un año más el mayor espectáculo del mundo en forma de coplas, de tipos, de risas, de crítica, de ironía, de gritos de un gallinero, de coplas de siempre que se ha quedado el pueblo, de nuevas historias, de nuevos personajes que seguro nos acompañarán mucho tiempo en nuestras vidas.
Así que Gracias a todos aquellos que dejáis esa parte de vuestras vidas para dar forma y traernos una nueva parte de la nuestra. Espero que las noches de ensayo os sean leves, que el frío os respete la garganta, y que lleguéis a nuestra fiesta grande con la misma ilusión con la que comenzáis ahora. Ilusión que a buen seguro nos contagiareis a todos nosotros y vendrá a sumarse a la nuestra, a la que tenemos ya cuando dais vuestro nombre.
Gracias Carnaval.
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