El vino de Jerez, su comercialización, continúa adelante con el cambio de mentalidad emprendido hace ya varios años por las bodegas.
El vino de Jerez, su comercialización, continúa adelante con el cambio de mentalidad emprendido hace ya varios años por las bodegas. La idea de menos volumen pero más valor añadido empieza a ser tangible, con el viento a favor que supone el redescubrimiento del sherry por algunos de los grandes prescriptores de opinión tanto en el mundo vitivinícola como en el de la gastronomía, nuevas propuestas de consumo y la proliferación de locales especializados en sherry. En Gran Bretaña, el principal mercado tradicional del jerez (aunque Holanda le pasó durante varios años) por ahora las ventas burlan los posibles efectos negativos del brexit, aunque habrá que seguir muy de cerca en los próximos meses la devaluación de la libra, cercana ya al 20%. Además, la apuesta por las marcas en detrimento de las líneas blancas ha supuesto el hundimiento del volumen total de ventas en la citada Holanda y también en Alemania, en los que hay que trabajar más los conceptos marquistas y aumentar la presencia en el canal de distribución Horeca.
El esfuerzo marquista y la apuesta por nuevas fórmulas de consumo hace que vinos que antes salían menos para la exportación —los tipos más secos, caso de fino, manzanilla, olorosos y amontillados— estén sumando cuotas de mercado y desplazando a los tradicionales vinos dulces. Bien… el mes próximo se celebra una nueva edición de la International Sherry Week, un evento de eventos muy en línea con esa nueva imagen del Jerez como vino de plena actualidad.
No es el tema del artículo, pero no hay que dejar pasar otro asunto sectorial, como es la posible huelga sectorial convocada para mañana por el fracaso en las negociaciones del convenio colectivo de la Vid, a no ser que haya un acuerdo de última hora, ya que no parece que las posturas de las dos partes sean insalvables…
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