Comujesa como síntoma de la insoportable deuda del Ayuntamiento de Jerez

Se trata de una sociedad con mucho personal, en la que el Ayuntamiento concentra servicios variopintos, pero su escasa generación de recursos hace que esté forzosamente ligada al siempre complicado 'riego' municipal

Imagen reciente de un autobús urbano de Jerez.
Imagen reciente de un autobús urbano de Jerez. MANU GARCÍA

La economía del Ayuntamiento de Jerez sigue cogida con alfileres, como demuestra el tema de Corporación Municipal de Jerez SA (Comujesa), empresa que técnicamente se encuentra en quiebra. El PP no aprobó las cuentas de la empresa hace varios meses porque vio cosas que no le gustaron y ahora es el PSOE el que ve cosas que no le gustan en cómo está llevando el PP la gestión, con impagos a proveedores y la demora en la inyección de liquidez en dicha empresa.

A otra escala, en la estructura municipal hay otro ente, Fundarte, que gestiona el Teatro Villamarta y el Centro Cultural Lola Flores, que también estaría en quiebra técnica, aunque hay que tener en cuenta que se trata de una fundación, no de una empresa, pero guarda similitudes en su proverbial desfase de ingresos y gastos.

Se pueden hacer las cosas de una manera o de otra, pero al final es inevitable que los 1.126 millones de deuda del Ayuntamiento estén siempre presentes. Volviendo a Comujesa, esta empresa tiene varias características que la hacen ser peculiar. De hecho, se trata del auténtico cajón de sastre municipal, una sociedad instrumental del Ayuntamiento para la prestación de determinados servicios, entre los que hay que destacar, por su volumen, la ayuda a domicilio y el transporte público (proveniente de la antigua Cojetusa).

Son unos 1.200 empleados en una empresa que factura poco. Hay que tener en cuenta que la nómina y distinto material del servicio de la ayuda a domicilio la pagan tanto la Junta como el Ayuntamiento, sin apenas ingresos, y que en el caso de los transportes urbanos el precio del billete sencillo lleva congelado en 1,10 euros desde hace años, precio que se reduce sensiblemente con el uso de las distintas tarjetas a disposición de los clientes. Por otros servicios entran algunas tasas y nada más.

Durante los ocho años de gestión del PSOE ha habido estabilidad económica en el Ayuntamiento a costa de convertir la deuda de proveedores en deuda financiera. Esa fue la fórmula. Y austeridad, cierto. Ahora la alcaldesa Pelayo aspira a conseguir estabilidad a medio plazo y trabajar con previsión, no tener que ir todos los años a Madrid a hablar con Hacienda, pero aun así, haga lo que haga el gobierno municipal, esté quien esté, la deuda que se arrastra es una losa insoportable. 

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