Un brindis.
Un brindis. JUAN CARLOS TORO

Cuando el instinto de sobrevivencia social se manifiesta, la acción de solidaridad irremediablemente se pierde en la falsa inmensidad del sentimiento humano.

Solo cuando realmente esa solidaridad sea necesaria para la propia sobrevivencia, entonces, con un grito, la reclamaremos pero ya, no siempre se encontrará. El instinto individual de sobrevivencia es determinante. Los ilusos hemos sido derrotados, por ser ilusos, creyendo en traidores.

Al ser humano actual, en general muy bien “preparado y educado” (tv, redes, revistas, medios desinformativos…,) le importa un bledo lo que le suceda a otro ser humano y en cuanto tenga, no solo una mínima posibilidad de mejorar su situación, sino simplemente la de subsistir, aun en condiciones de esclavitud, traicionará. Se lamentará en abstracto, dirá ¡ay qué pena!, pero se refugiará en su programa de tv y expresará su indiferencia con “sentidas” palabras de falso amor.

Las excepciones, son eso, excepciones. Una barquichuela de remos luchando contra tormentas en el vasto océano.

Como no hay solución, hay que convivir y perdonar. ¡YO no perdono! Creamos en una salvación en el más allá y clavemos la daga en el más acá, simultáneamente abracémonos y escupámonos, amaos los unos a los otros aunque los otros no amen a los unos.

BRINDIS CONFRONTADOS. POR TODOS Y PARA TODOS.

BRINDEMOS:

Por los profundos dolores. Por los males que acechan. Por los que siembran el luto. Por los muertos.

Por el fabuloso banquete de buitres.

Por los cadáveres

que viven bajo la nieve.

Por los que se pudren al sol.

Por los muertos que viven borrachos, drogados de ilusión.

Por los hogares en ruinas. Por los que se construirán y en ruinas se convertirán.

Por las madres llorando a sus hijos. Por los hijos llorando a sus padres. Por el mundo llorando en paz. ¿Paz? Por la gran mentira.

Democracia, Justicia, Progreso, Libertad… OREMUS y BRINDEMOS:

Por el pan nuestro de cada día.

Por la gran cosecha en tierra baldía. Por el pensamiento.

Por el fétido aliento de la muerte alterado por el whisky y el ron. Por la coca y la OTAN.

Por los muertos que lucharon y descansan. Por los que “muertos viven” sin luchar.

Por lo que tienen miedo. Por los que lloran. Por los débiles y cobardes.

Por quienes vitorean y glorifican al tirano.

Por los que combatieron.

Por los que creyeron y cayeron Por los que resistieron.

Por los que se entregaron y muertos de miedo vivieron.

Por los que en silencio cantaron.

Por los que vociferando creyeron cantar. Por los que cantan y cantando seguirán.

Por los que hablaron con la razón y fueron ignorados, Por los vituperados y encarcelados.

Por los ignorantes que fueron encumbrados. Por los que siguen a descerebrados.

Por los que expulsados de sus tierras continuaron sembrando.

Por los indignos ocupantes de las tierras de los expulsados.

Por los pobres e ignorantes esclavos, que creyéndose libres, celebran el triunfo de quienes les esclavizan.

Por el sol y el carbón. Por el bueno y el cabrón. Por la boca y el ano.

Por la víctima y el tirano.

Gloria a Dios en las alturas…

Por los emigrantes con un papel para limpiarse el culo. Les pagaban bien, decían.

Una mierda. Era un bulo.

Para los que en España se limpian con una piedra. Por los felices que medran.

Por ideologías diferentes y un solo Dios verdadero. DINERO, DINERO, DINERO.

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