Es sonar el grito de ‘Chiquilla’ y el riff de guitarra (Seguridad Social) en cualquier caseta de la Feria y tener claro que alguien acaba de poner la cinta de Los Dos Deditos. A ver, primero fue la cinta o musicasete –los distintos estudios realizados hasta ahora no se ponen de acuerdo en si era una BASF o una Scotch, hay que tener en cuenta que se debió grabar hace cerca de treinta años-, luego pasó a CD y ahora habrá mutado a una ‘play list’, pero da igual, sigue siendo la cinta de Los Dos Deditos, el bar de siempre de la plaza Vargas. Después de ‘Chiquilla’ va a sonar ‘Enamorado de la moda juvenil’ (Radio Futura), la de hacer el amor en el balcón (Los Rodríguez); ‘Venecia’, de Hombres G; la del burro amarrado a la puerta del baile (El Último de la Fila); ‘Déjame’, de Los Secretos y ‘Mala vida’, de Mano Negra… Ah, y la de bares, qué lugares, de Gabinete Caligari y la de Danza Invisible que dice lo de labios de fresa sabor de amor… Esa es la auténtica cinta.
Nadie se acuerda ya de quién y en qué condiciones grabó la cinta y si físicamente la copia primigenia sigue existiendo, se quedó enganchada en el casete de un Opel Kadett GT o se perdió –algo improbable… hablamos de un tesoro que sigue sonando- en alguna reforma del bar o en alguna caseta de feria cuando viajaba materialmente del bar del centro a alguna caseta del real (así era la vida antes de internet). En realidad, hay otras teorías que apuntan a que lo de la cinta no era más que un mito, que nunca existió como tal y que la música se repetía un día tras otro… porque se repetía, porque no había más. Desde estas líneas damos por buena su existencia, estábamos allí a primeros de los 90 y ya se hablaba de la misma, aunque tal vez con algo de cachondeíto, todo hay que decirlo… Lo único cierto es que la cinta de Los Dos Deditos se puede considerar una casete generacional en Jerez, la de los que andan ya algo más arriba de los cincuenta, la cinta con la música favorita que sonaba en el bar favorito de varios cientos de personas y que de vez en cuando suena todavía en algunas casetas de la Feria, una cinta casete que cuando haya museo de la ciudad debería ser, sin duda, uno de sus fondos permanentes y estar en un sitio destacado.
Con el paso de los años fueron surgiendo otras cintas -cintas similares, por supuesto- lo que lejos de quitarle un ápice de valor al objeto de nuestro análisis, habría que interpretar como un signo más de su incontestable éxito. Es fácil reconocer esas imitaciones, ya que básicamente recogen otros éxitos de los mismos grupos. Si suena ‘Escuela de Calor’ (Radio Futura), la del ataque de las chicas cocodrilo (Hombres G), ‘Insurrección’ (El Último de la Fila), ‘Cuatro Rosas’ (Gabinete Caligari) o ‘Sin documentos’ (Los Rodríguez) estamos claramente ante una de esas copias (aunque ésta no sea la palabra exacta) que han ido proliferando, no ante la auténtica musicasete de Los Dos Deditos.
Esta pequeña advertencia no debe ir más allá. Si usted es de los que siguen disfrutando, tanto tiempo después, aunque sea solo en unas cuantas casetas de Feria (y bodas o similares), de la música española de los 80, al fin y al cabo es cosa suya, aunque lo más probable es que ahora haya sumado a sus complejos gustos ‘Mi gran noche’ de Raphael. Ahí ya…
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