Ya han pasado diez días desde que la caravana Abriendo Fronteras pasase por Jerez, en la etapa del 18 de julio, para sensibilizar sobre la realidad de las personas migrantes, reclamar sus derechos y denunciar las políticas de la UE y del Estado español en este asunto.
Una marea de más de 400 personas vinieron a Jerez a acompañarnos en nuestra labor de apoyo a las personas inmigrantes que llegan a nuestra zona, y a reforzar nuestras demandas locales. El resultado fue muy positivo: mucha participación y convivencia, y la consecución del objetivo de visibilizar la realidad de las personas migrantes en nuestra ciudad y en la provincia.
Pero, una vez que hemos descansado los músculos, nos hemos reunido en asamblea, y no queríamos dejar pasar por alto una serie de presiones y valoraciones por parte del Ayuntamiento (equipo de Gobierno municipal) que nos muestran que sigue sin querer enterarse de nuestras denuncias y nuestros anhelos, ni comprender la dinámica de los movimientos sociales.
Dos días antes del 18 de julio ya vimos algunas decisiones extrañas por parte de la dirección del área de Deportes, que nos quiso mandar a la pradera de Chapín a jugar el torneo de fútbol sala que estaba previsto en el Pabellón central del Palacio de Deportes. Para quien no conozca ese espacio, la pradera no reúne condiciones adecuadas, y no tiene ni siquiera porterías. Nuestra insistencia consiguió que a última hora (de esa misma mañana) el Ayuntamiento reconsiderara su extraño cambio.
Llega el 18 de Julio, y la primera parada del pasacalles reivindicativo tiene lugar en la misma puerta de Consistorio. La denuncia fue pacífica, pero clara y contundente: Un Albergue Municipal con solo 47 plazas para una ciudad de 220.00 habitantes. No tenía sentido callarnos ante una prioridad que debería estar YA en la agenda municipal: que ninguna persona, sea nacional o extranjera, duerma en la calle por falta de sitio en el Albergue.
Pues bien, apenas 20 minutos después de la concentración, una delegada municipal, llorando y muy nerviosa, llama hasta ocho veces a una de nuestras portavoces para increparle, y llamarnos deshonestas y mentirosas. Parece que esta señora (y sus compañeras/os de Gobierno) no se leyeron nunca el dossier que le pasamos dos meses antes, ni entendieron jamás que nuestro movimiento es una corriente de DENUNCIA, que pone el dedo en la llaga y no se calla ante las políticas de falta de acogida digna y de racismo institucional de las Administraciones.
Incluso, intentaron persuadirnos para que nos quitásemos de la puerta del Ayuntamiento, por el "ruido" que estábamos haciendo, ignorando que se trataba de una concentración autorizada por la subdelegación de Gobierno.
Las presiones continuaron indirectamente, pues acto seguido, dicha concejala llama al presidente de Alma de África UD, para hablar mal de nosotras, y para pedirle que se desmarque, cosa que, efectivamente, ocurrió, puesto que dicho club deportivo comunicó en unos minutos que no jugaría en el torneo amistoso que se iba a celebrar esa misma noche. Parecía que no daba buena imagen juntarse con esos "radicales", que más allá del deporte, no pueden entender cómo a esos mismos chavales que intentan integrarse a través del fútbol, las instituciones les ilegalizan, les persiguen y les mandan a dormir a la calle.
Por último, entendemos que lo cortés no quita lo valiente, y agradecemos al Ayuntamiento la cesión del Palacio de Deportes del Chapín para la jornada del 18 de julio, y muy especialmente al personal de Deportes, que nos trató con extrema amabilidad y respeto. No obstante, no entendemos cómo el Gobierno municipal pudo pensarse en algún momento que la cesión de un equipamiento público iba a mantenernos calladas, o algo parecido.
Desde ya, invitamos al Gobierno municipal a que escuche a los movimientos sociales, que ponga en su agenda nuestras demandas, y a que tome la sana costumbre de soportar la crítica y la disidencia en la calle, algo a lo que quizás ha estado desacostumbrado muchos años.
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