Simpatizantes de VOX, tras conocer los resultados electorales en Andalucía. FOTO: JUAN CARLOS TORO
Simpatizantes de VOX, tras conocer los resultados electorales en Andalucía. FOTO: JUAN CARLOS TORO

Llevo desde el sábado a las 00:01 con un proceso vírico estomacal. La naturaleza es sabia. Ahora todos los partidos dirán que han ganado, cada uno a su manera, aunque haya ganado la derecha. Eso, en cualquier caso, me da hasta iguá. Todos hemos perdido. Con una participación del 46,5 solo hay una cosa que hacer: dar gracias al universo de que lo que esté enfrente de la democracia sea solo Santiago Abascal, y no un Salvini, una Le Pen, un Trump o un Bolsonaro, porque se hubiera hecho emperador de Al-andalus y ahora estaría entrando en la Alhambra subido en un elefante.

Desafortunada, pero lógicamente, continúa lo que ya sucedió en Francia, Italia, EEUU o Brasil. La gente está tremendamente desmotivada de la política al uso y se ha cansado, y esta deriva permite a algunos personajes entrar en el escenario político. Me tenéis frito.

Seguimos sufriendo las consecuencias de la crisis. Mientras, una parte se ha cansado de la política de la crispación, de la salsa rosa, del imperio de la comunicación política y los asesores sobre el sentido común. La escasa calidad del debate, la pérdida de las formas y el insulto de la política nacional han hecho que aumenten las afiliaciones a Netflix. Por su parte, los que están piraos han empezado a hacer experimentos y puestos a estar crispados e insultar, han llamado a profesionales: ultras, hooligans y fascistas, resucitando de nuevo los fantasmas más rancios del imaginario nacional. Según sus propias palabras, “fachas sin complejos”.

El adelanto electoral de Pedro Sánchez salta por los aires. PP y Cs tendrán que valorar cómo explican en el resto de elecciones (municipales, nacionales y europeas) el apoyo de VOX. En el debate se hicieron los suecos. ¿Pacto PSOE-PP a lo francés como cordón de sanidad contra la extrema derecha? Adelante Andalucía pasa a la irrelevancia y en el PSOE seguirán en shock mientras usted lee estas líneas. Solo me aferro a que la derecha herede la confusión que siempre reina en la izquierda y provoque una repetición electoral. Aunque me da a mí que Cs y PP le van a dar lo que sea a VOX para que esto no pase.

Los efectos de la crisis. 36 años de caverna socialista. Los ERE. Andalucía como segundo plato. El efecto rebote del procés. Si Mariano Rajoy tuvo la culpa del crecimiento del independentismo, éste ha incentivado la reacción de la ultraderecha. Los mass media. El White trash vote. Lo que sea. Yo hoy soy portugués, del Algarve, y pollo piri-piri… ¡Bouuuulinhaaaas! ¡Boooulinhas!

Joder, tengo el cuerpo hasta cortao. Los andaluces queríamos volver a ser lo que fuimos: hombres y mujeres de luz, que almas de hombres y mujeres les dimos… y no que siempre que salga un andaluz en la tele sea para hacer el ridículo, hoy una vez más. Una vez más, más desigualdad, más pobreza, más fascistas y más cemento sobre las cunetas. Xenofobia, machismo y violencia.

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