Las discrepancias entre Sumar y Podemos, que ahora estallan, vienen de lejos, no es un arrebato, es un cúmulo de manipulaciones y un intentar zafarse de ellas
Pensemos antes que en siglas, bulos o prejuicios quiénes apuestan realmente por que la ciudad, el pueblo que habitamos sea ese lugar apreciado, grato y acogedor que pertenece a nuestra vida cotidiana
En tiempos de guerra elegimos las aberraciones: si son “de los nuestros” se encuentra pronta justificación: no quedó más remedio; si es “del enemigo” es un crimen de guerra, son unos asesinos
Los autónomos de cualquier ocupación, como de costumbre, asfixiaítos: por alguna extraña razón lo que se hace en otros países europeos y que contribuye a que prosperen no sirve de modelo aquí