Ahora necesitamos tanta ley represiva porque no se nos ha ocurrido aprender a dialogar y llegar a acuerdos, solo sabemos de la fuerza bruta legal o ilegal para solucionar discrepancias, desavenencias y conflictos
Toda una inmensa maquinaria propagandística y publicitaria lleva años funcionando para enriquecimiento de los fabricantes de prótesis mamarias, cirujanos plásticos con pocos escrúpulos y otros interesados en que las mujeres vivamos en un pantano de autoestima frágil, en vez de ocuparnos de nuestros intereses y bienestar
Las discrepancias entre Sumar y Podemos, que ahora estallan, vienen de lejos, no es un arrebato, es un cúmulo de manipulaciones y un intentar zafarse de ellas
Pensemos antes que en siglas, bulos o prejuicios quiénes apuestan realmente por que la ciudad, el pueblo que habitamos sea ese lugar apreciado, grato y acogedor que pertenece a nuestra vida cotidiana
En tiempos de guerra elegimos las aberraciones: si son “de los nuestros” se encuentra pronta justificación: no quedó más remedio; si es “del enemigo” es un crimen de guerra, son unos asesinos