Soy un recién llegado a las Cortes de Cádiz, eso que llaman un jerezano de la diáspora. Un sujeto con acento castellano que presume de antepasados con residencia en la calle Corredera. Llego con emoción en el ánimo, por decisión propia, de un Madrid, que de tanto usarlo, me mata, como fiel exponente de la movida de los 80.
Me instalo en un Puerto Real íntimo, que tiene todo para mí. Los olvidados de la Bahía. Actor con un largo por estrenar -si se estrena-, dirigiendo una galería de arte contemporáneo (*), como juguete ilusionante, y periodista de la última hornada de "los chicos de Luis del Olmo", que con la venta de la señal de antena de Vocento a Cope, me quedé un poco más sólo.
Aquí estoy, dispuesto a cuestionar al ministro Wert. ¿Podríamos encontrar peor ministro para cultura?, seguro que sí.
Dispuesto a escribir sobre artes plásticas y lo que las rodea. Por cierto, en el Centro Andaluz de Flamenco, en el barrio de Santiago, se han inventado un formato inédito para colgar su última exposición; lo llamaremos "de alcayata vista" o a la vista, y para muestra una foto. Tremendo. Como van comprobando, cascarrabias soy. Y para acabar por hoy, dato para la esperanza. Ayer mismo conocí a un maestro de primaria con un pie en la jubilación que ha dedicado parte de su tiempo personal y profesional a poner en pie una radio escolar que me dejó boquiabierto por su excelencia. Ejemplo a seguir. "Sotto voce" me comentaba las poquitas facilidades, por no decir trabas, que la Junta le ha proporcionado a lo largo de más de una década, para la buena marcha de la mencionada emisora. Dispuesto a aprender.
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