¿Qué va a pasar con los trabajadores de la Escuela Andaluza de Salud Pública tras su más que probable extinción?

La situación de la Escuela Andaluza de Salud Pública no es la mejor posible, si vemos que hay alrededor de 90 demandas judiciales, varios casos de acoso planteados o la falta de una dirección clara

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Profesor de la EASP. Médico especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública y Doctor en Medicina por la Universidad Autónoma de Barcelona.

Escuela Andaluza de Salud Pública.
Escuela Andaluza de Salud Pública.

Publicaba este periódico un artículo basado solo en las declaraciones del Secretario General de Investigación y Salud Pública, Isaac Túnez. 

Muy preocupante leer el artículo y la visión que tiene el secretario general de lo que van a hacer con la Escuela Andaluza de Salud Pública, tras la más que probable extinción en el nuevo Instituto de Salud de Andalucía 

¿Qué es lo que yo veo de la situación actual de la Escuela Andaluza de Salud Pública y de su futuro ante la creación del nuevo Instituto de Salud de Andalucía (ISA)? 

La situación de la Escuela Andaluza de Salud Pública no es la mejor posible, si vemos que hay alrededor de 90 demandas judiciales, varios casos de acoso planteados o la falta de una dirección clara, una dirección que está sin definir desde hace varios años, una dirección sin una estrategia de futuro que no sea el de la extinción de la EASP, una dirección que ha dejado perder casi 40 profesionales en los últimos 5 años, una dirección que no cuenta con los profesionales de la casa y con ello, hay una falta total de participación que siempre había sido una marca de la casa. Hay que decir que es verdad que gracias a la situación actual de virtualización de las actividades docentes, de jornadas y congresos ha favorecido el incremento de número de participantes en las actividades desarrolladas por la escuela.

Si nos vamos a la situación laboral de los trabajadores de cara al futuro, hay algún artículo de la nueva ley del ISA, que podría suponer un perjuicio a las condiciones laborales de los trabajadores de las entidades integradas en el nuevo ISA y, por tanto, de los trabajadores de la EASP. Sería imprescindible asumir por parte del ISA todas las obligaciones y los derechos laborales de los trabajadores de la EASP.

Es evidente que el nuevo ISA, tiene que ver poco con la salud pública. Es un instituto de investigación biomédica, donde la relación de puestos de trabajo contemplará el carácter exclusivo y excluyente de los puestos correspondientes a la especialidad de Investigación Biomédica y en Ciencias de la Salud, del Cuerpo Superior Facultativo, y a la especialidad de Investigación Técnica Biomédica y en Ciencias de la Salud, del Cuerpo Técnico Facultativo.

Quiero recordar que la salud pública es un constructo multiprofesional y multidisciplinar y eso se pierde completamente en la visión que plantea el ISA, que hace un planteamiento básicamente BIOMÉDICO, lo cual no es malo, pero que es evidente que deja fuera esa visión de la salud pública, imprescindible como nos ha demostrado la pandemia. En la salud pública hacen falta sociólogos/as, veterinarios/as, farmacéuticos/as, informáticos, tecnólogos, economistas, trabajadores/as sociales, médicos/as, enfermeras, politólogos/as, periodistas, psicólogos/as, además de administrativos/as y otros trabajadores/as de apoyo al desarrollo de los proyectos existente en la EASP.

La actual redacción puede excluir a muchos profesionales dedicados a la investigación al basarse en una clasificación profesional fundamentada en una ley que no tiene en cuenta la modificación de las titulaciones universitarias y la existencia en la EASP de otro tipo de profesionales.

La situación del resto de profesionales EASP, cómo son las administrativas/os, técnicos de apoyo, técnicos del área económica, técnicos del área informática o de biblioteca que están metidos en los proyectos y forman parte de los mismos, es preocupante, ya que el pase a una institución como el ISA, no garantiza que sus funciones se mantengan como en la actualidad. 

Es verdad que la pérdida con el nuevo ISA de la fórmula jurídica actual de la EASP, hará pasar de un control a posteriori que pasa en la actualidad a una intervención previa. Se va a pasar de la fiscalización a posteriori a una fiscalización previa y eso va a generar que vamos a dejar de hacer muchas actividades, al retrasarse mucho la aprobación de las actividades y proyectos que va a hacer la EASP.

No aparece en el nuevo ISA, la actividad con pacientes que en los últimos 16 años con el proyecto escuela de pacientes, ha sido una referencia nacional, con diversos premios y ayudando al desarrollo de proyectos a nivel nacional y en muchas CCAA. Es verdad que  tristemente la escuela de pacientes ha ido bajando su actividad de forma muy importante, principalmente en los últimos dos años, dejando de hacerse la actividad virtual de videochats, podcasts, aulas abiertas, congresos y disminuyendo de forma clara el número de talleres que se hacen.

En definitiva, los trabajadores pueden perder muchos de los aspectos que marcan la situación actual, así como lo puede perder la Junta de Andalucía. 

Joan Carles March, en el parlamento andaluz.

Vale la pena ver este pequeño vídeo de mi intervención en el parlamento andaluz sobre el ISA y lo que generará para la EASP, la institución con mejor imagen y prestigio internacional de la Junta de Andalucía, entre otras cosas, la pérdida de ser centro colaborador de la OMS, aspecto en el que estuvimos totalmente de acuerdo muchos de los intervinientes en la comisión de salud del parlamento, cómo Daniel López-Acuña, Esteve Fernández, Fernando García Benavides, Eva Alman, Beatriz González López

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