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Santiago Moreno

Una Zambomba en Jerez en una imagen reciente.

Viva Jerez

Desde La Plazuela

Desde las manos robadas de Ramón de Cala hasta la Plaza Arenal huele a tocino de cielo. En cambio, los que se disfrazan de Papa Noel huelen a podrido

Angustia, de Oswaldo Guayasamín.

El hipocondríaco

Desde La Plazuela

Todas las señoras dicen que los muchachos no tienen culpa de nada, pero ninguna quiere acercarse a ellos

Ilustración de un soldado de Ernest Descals.

Bang!

Desde La Plazuela

A Mario, uno de esos personajes que recoge el diccionario del diablo, la saliva le empezaba ya a saber a vinagre sólo jugando a adivinar su futura víctima

Pintura de Viktor Sest.

El Pili y la que tuvo con Farina

Desde La Plazuela

Y el hombre, reinando en el silencio del cuarto, se arremangó la camisa por encima de los codos y se entregó a la locura que es comer sin pensar en aplacar el hambre

Un camino con niebla.

El perro

Desde La Plazuela

Correr sin rumbo. Correr hasta desmayarse, reducirse a un hilo de sangre y razón, para no pensar en nada por una vez en su perra vida

Una mujer grita abrazando el cuerpo de su hijo muerto en un ataque de Israel.

Hablan los muertos

Desde La Plazuela

Alá es el que lo sabe todo. Alá sabrá cómo cuidar mi camino hasta la próxima vida

'El cuarto en Arlés', un cuadro de Vincent van Gogh.

Habitación para dos

Desde La Plazuela

Sólo cuando los niños de la plaza se convirtieron en insectos de polvo, el tráfico en una venenosa escolopendra y el cielo en un estrecho cuello de botella salió huyendo de la cafetería para acabar derrumbado en la cama de una habitación para dos

Obra 'Paseante', de Tihomir Cirkvencic.

Viajeros hacia ninguna parte

Desde La Plazuela

Se habla que están naciendo amapolas en estos últimos días de julio. Será la alegría que no quiere darle campo a la tragedia

José Sánchez del Río, niño soldado de la Guerra Cristera de México y santo católico.

Hijos del Dios de la guerra

Desde La Plazuela

Ella jamás quiso aprender a empuñar un arma, a matar a otra persona con la ayuda de un dron. La hubieras adoptado como tuya porque ella nunca pensó en trabajar para el fusil y el comandante

Mediterráneo de Jean Marie Cluchier.

Fácil

Desde La Plazuela

Conversamos de los rudos que son los flamencos que aún llevan puestas, por voluntad, las pieles de sus desgraciados

Ilustración de Sarmen Guerre.

Sobre la verdad

Desde La Plazuela

Cuando este momento sucedía, se me abalanzaban mis verdades a mis fondos sonámbulos. Estas verdades venían a mí con esa sonrisa melancólica que los poetas palestinos hablan, desde hace siglos, en sus versos

Ilustración realizada por Federico García Lorca.

Aquella noche con Lorca

Desde La Plazuela

Dame un beso, rosa mía preguntaste a la flor y el clavel, con todo el cariño del mundo, te respondió que no

ilustración de Miciano.

La Guarida

Desde La Plazuela

Detrás de la seda negra se encuentran los artistas, las personas que el mundo debería cuidar cada día y no cuando se encierra de golpe o se apaga

Benedick Bana.

La canela, la tormenta y tu padre

Desde La Plazuela

Vino la primera televisión que olía a plástico y alcanfor, tú sabes mamá, y la televisión encerró a las personas en sus chozas, y éstas empezaron a preocuparse más por lo que pasaba dentro de esa caja que lo que le sucedía a sus vecinos

Los centros del universo.

Los centros del universo

Desde La Plazuela

Soy yo de muchos los desgraciados que están en todos los lugares del mundo y en ninguno al mismo tiempo

'Manifestación', obra de Antonio Berni.

Cuando éramos dignos

Desde La Plazuela

No soy nadie para decirte lo que tienes que hacer pero sí para recordarte que sin ser la araña que lo arrasa todo, tu pasotismo le otorga otra garra más al monstruo

Ilustración para el artículo de Santiago Moreno.

El quiosquero de Milán

Desde La Plazuela

Las palabras, las suyas, irían a caer entre las hojas de sus revistas, en algún artículo sobre la vida de Los Medicis o del genial Da Vinci

'El abrazo'.

El abrazo

Desde La Plazuela

Y nosotros, tú y yo y todos, que somos dibujos desanimados tendemos a creer todo lo oscuro que nos implantan porque creer es lo más fácil

Jerez de lo flamenco, dibujo de Larramet.

Jerez de lo flamenco

Desde La Plazuela

Son esas prisas andariegas por lamer y palpar y adentrarse en lo que uno considera suyo, las que acelera el pulso al guitarrista

Nina Simone.

Nina Simone. Momento 1.45

Desde La Plazuela

Oigo risas de fondo con los gestos primitivos y sinceros de la artista. Son las risas más tristes porque revelan desgracias jondas que nacen de lo absurdo

La escena de 'Cadena perpetua'.

'Cadena perpetua'. Momento 1.07

Desde La Plazuela

"El señor Orwell lo sabía. El inocente, como los primeros seres de este planeta, escapando de las putrefactas aguas para poder tener las alas que el creador nos prometió"

Camarón por seguiriyas.

Camarón por seguiriyas. Momento 1.40

Desde La Plazuela

Camarón, sobre la enea, escucha. No sé a quién sonríe, pero observo una sonrisa frágil, endeble como lo es la vida

El verdugo, por Santiago Moreno.

El verdugo

Desde La Plazuela

José Gómez El Zapatero, el más anciano de los sentenciados, había estado trabajando en su barrio durante 40 años

El enfermo de las sombras, por Santiago Moreno.

El enfermo de las sombras

Desde La Plazuela

El pánico empezaba a sembrarle de sombras sus futuras miradas. Bastaron unas pocas horas para que Dios se convirtiera en amigo y enemigo al mismo tiempo

Nuestra guerra.

Nuestra guerra

Ojo por diente

Suena un violín en los pisos superiores de la Moderna. La música amansa a las fieras pero qué hacer cuando las fieras se hacen las sordas

Artículo de opinión escrito por Santiago Moreno, titulado '6 del 1'.

6 del 1

Ojo por diente
Abrazo.

Ama

Ojo por diente
El beso cubista de Picasso.

No ames

Ojo por diente
Un edificio de la calle Juana de Dios Lacoste. FOTO: MANU GARCÍA.

Adéu

Ojo por diente
Venus confinada.

Cero

Ojo por diente
Dibujo del autor.

Teorías sobre lo jondo: el viaje (1)

Ojo por diente

Viniendo de la Nada... somos Nada. “A quién le contaré yo las fatigas que estoy pasando, se la voy a cantá a la tierra cuando me estén enterrando”.

Un día de mercado en La Flèche.

Entrenando a humanos (y III)

Ojo por diente

Camino bajo La Flèche. Hoy es domingo... día de mercado para las cien culturas.

Un acordeonista, en una imagen de archivo.

Entrenando a humanos (II)

Ojo por diente

Ea... por no mirarme me consuelo apretando la moneda de dos caras en mi asquerosa mano de la vergüenza.

Iglesia de San Miguel.

Rincones jerezanos (II)

Ojo por diente

Aquel entonces no lo sabía ni tenía porqué saberlo. Hoy sí: siempre es empezar, de nuevo.

Un momento del espectáculo 'Mujeres de cal y cante' de la Fiesta de la Bulería. FOTO: MANU GARCÍA

Fiesta de la Bulería

Ojo por diente

Esa ha sío La María que es pá comérsela porque el año pasao nos dieron mortadela derretía.

Portada de 'Cante y cuento'.

Borrico

Ojo por diente
Dos Torres. FOTO: SANTIAGO MORENO.

Polonia (I)

Ojo por diente

Abandono las dos estrellas y Krakow a esta hora bulle cuando en Jerez los más valientes se desperezan

Essaouira, en una imagen de archivo

El milagro de Essaouira

Opinión

No duerme para no despertar este sueño viviente hecho realidad donde las penas de los pueblos se cantan y se danzan para que nadie las eche en el olvido

Lobo disfrazado de cordero, una imagen de archivo

El enemigo

Opinión

¡Porque todo es mentira! ¡Nadie ama! ¡El amor no existe! exclamaba confiado a su nutrido rebaño de seguidores inertes