Los puestos tendrán un espacio reservado de cuatro metros lineales con dos metros de separación entre sí y se mantendrán todo tipo de medidas preventivas exigibles a este tipo de actos
Alicia recibe comida de sus vecinos ante la imposibilidad de poder ganarse la vida vendiendo especias e infusiones en la Plaza. Nuria, que vende ropa en el rastro, llevaba esperando la renta mínima de inserción de la Junta desde 2018.