Capitana eterna del río Cala
- Opinión
La división de las mujeres
- Opinión
La negación del género parece ser hoy el principal punto de fricción, como también lo han sido y lo son las posturas abolicionistas o reguladoras de la prostitución
Gente de alcanfor
- Opinión
Las hay que ya tufan a caducado una barbaridad desde los ochenta: como el vocabulario en general de la derecha
El uso indebido de los pezones
- Opinión
Lo más grave es que quienes se atreven a cuestionar los pezones de Belarra ni siquiera se han parado a pensar en lo improcedente de su juicio
Me da igual
- Opinión
Qué más da recibir una distinción sin carrera meritoria alguna, qué más da engañar a la jefa si es para irse a jugar al golf, qué más da
La gente que desprecia el chóped
- Opinión
Las redes se han inundado de reacciones y las reproducciones del videoclip suben como la espuma superando los 50 millones de visualizaciones en Youtube en menos de 24 horas
Quedarse a vivir
- Opinión
Por un año nuevo repleto de un buen puñado de retratos en los que nos quedaríamos a dormir. ¡Feliz 2023!
La fórmula del amor verdadero
- Opinión
La magia de lo sencillo es precisamente que lo parezca, aunque en el fondo sea una gran complejidad la que lo haga posible
Violencias políticas
- Opinión
Según la autora, hemos vuelto a asistir a una de las mayores muestras de bajeza política, los reiterados ataques a Irene Montero relacionados con su vida privada
Alegato para siempre
- Opinión
Y escribo estas líneas mientras tengo a mi gato ―un persa blanco de pelo largo e infinitos ojos azules— en el regazo
Soledad y la entereza
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Los parias catódicos
- Opinión
Netflix está dispuesto a zampárselo todo a su paso y no dejar títere con cabeza, como un tornado en Kansas o un jubileta en un bufé libre
Como un hombre sin más
- Opinión
Todos transitamos por este mundo con más o menos penuria, un puñado de instantes hermosos que llevarnos en la retina, y el deseo, por lo general vano, de dejar en el mundo algo que nos sobreviva
Macho blandito
- Opinión
Esas palabras de El Fary, que obtuvieron entonces la complicidad del público y de los presentes, no chirriaban en absoluto en la España de 1984
Los templos perpetuos
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