En España, la Hoja de Ruta para el Desarrollo de la Eólica Marina y Energías del Mar recientemente aprobada contempla unos objetivos de instalación de eólica flotante de hasta 3 GW.
En España contamos con 7.661 kilómetros de costa, una extensión que ofrece al país la oportunidad de aprovechar el viento de alta mar sin olvidar que nuestro país dispone ya además de una capacidad industrial muy significativa, con toda una cadena de valor que compite con éxito en la exportación de componentes y servicios para los parques eólicos marinos del norte de Europa.
De las 13 soluciones de cimentaciones flotantes que se han instalado a día de hoy en el mundo, 11 han sido fabricadas por empresas españolas. Es una enorme oportunidad para transformar el paisaje industrial del sector naval en comarcas como la Bahía de Cádiz.
En España están en marcha 15 proyectos pero todo depende del marco regulatorio, si se aprueba antes del primer semestre del año que viene, entrarán en funcionamiento en 2029.
Nuestro país tiene la oportunidad única de asumir, sin discusiones, el liderazgo del sector de la energía eólica flotante compitiendo con China, que va en cabeza. Sin embargo, será necesario que Gobierno apruebe ya el marco regulatorio, una planificación legal imprescindible para acometer con garantías la primera subasta en un proceso similar a de la República de Francia cuya primera subasta (280Mw) es inminente.
"A nivel mundial, existen ya 57 GW de energía eólica instalada. Sin embargo, en España, a pesar del liderazgo tecnológico en la industria eólica y naval, no contamos actualmente con eólica marina", según la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que ha presentado hoy el Libro Blanco de la Industria Eólica Marina en España.
Esta publicación comprende los principales indicadores de impacto macroeconómico del desarrollo de la eólica marina, con un claro enfoque hacia la oportunidad que supone para la industria eólica, naval y portuaria existente en España.
La principal conclusión es que “es urgente disponer de un marco regulatorio actualizado y de una planificación concreta en el medio y largo plazo, que active en los próximos meses los trabajos de desarrollo de los parques que estarán en funcionamiento en 2029”.
Los trabajos de desarrollo implicarán puestos de trabajo cualificados en ingeniería, estudios, planificación industrial, consultoría ambiental, prestación de servicios desde las comunidades costeras, generando además un componente de empleo inducido muy significativo.
“Actualmente existen 15 proyectos de eólica marina presentados a consulta pública, número significativo que demuestra el interés de los desarrolladores, la dimensión del mercado y el potencial de este sector como motor para el desarrollo industrial”.
Las cifras de empleo
Para el periodo 2025-2030 la aportación directa al PIB sería de 6.116 millones de euros, considerando un escenario realista en el que un 75% de las actividades se desarrollen en España.
Adicionalmente, se sumarían 1.860 millones de euros relativos a las actividades como Operación y Mantenimiento o construcción de buques. En total, en este período, la aportación del desarrollo de eólica marina supondrá 9.581 millones de euros y esta cifra se irá incrementando en los sucesivos períodos hasta llegar al período 2045-2050 con una aportación de 10.466 millones de euros.
La eólica marina en España generará 7.523 nuevos empleos en el periodo de 2025-2030 y para el periodo 2045-2050 se estima un número de 17.438 profesionales especializados en eólica marina. En las conclusiones del Libro Blanco de la Industria Eólica Marina en España se incluye una valoración del impacto de esta tecnología durante el período 2025-2050, que equivaldría a 49.607 millones de euros de PIB.
Las ventajas de España
España es una potencia eólica, tanto en fabricación de equipos –dispone del 90% de la cadena de valor– como en producción de electricidad –este año es la primera fuente de generación–, pero la eólica marina apenas se ha desarrollado por la elevada profundidad de las aguas territoriales para proyectos con cimentación fija, inviable a partir de 50 metros de profundidad.
Sin embargo, España es líder en soluciones flotantes para los aerogeneradores: de las 27 identificadas a escala global, siete son españolas. También es el socio europeo con más instalaciones de I+D para eólica flotante y las otras energías del mar, como la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN) y la Plataforma de Energía Marina de Vizcaya (BiMEP) o la Zona experimental de aprovechamiento de energías marinas de Punta Langosteira (A Coruña), el segundo banco de pruebas del mundo para la energía de las olas.
La capacidad de Navantia
La Agencia Internacional de la Energía pronostica que la energía eólica marina será la principal fuente de energía europea en 2040. A nivel mundial, se espera que 236 GW estén operativos o en construcción para 2030. En otras palabras, en cinco años habrá un aumento de 3,5 veces en la capacidad actual.
Navantia es uno de los pocos proveedores mundiales capaces de fabricar todos los componentes de un parque eólico marino (cimentaciones fijas y flotantes, monopilotes y subestaciones). "Conocemos el mercado, conocemos la tecnología y tenemos una cadena de suministro establecida. Esto nos posiciona para participar en este desarrollo en España y el mundo", afirma el director de Navantia Seanergies, Javier Herrador.
Y eso sin contar con la necesaria construcción de buques especializados, que agitará el sector naval y sus industrias auxiliares.
Navantia Seanergies es la división de la empresa pública Navantia creada para contribuir al desarrollo de las energías verdes, a través de la construcción de elementos para parques de energía eólica marina y el desarrollo del hidrógeno como vector de transporte energético.
La sede de Navantia Seanergies está en Madrid, y sus centros de producción en España se sitúan en Fene (A Coruña) y Puerto Real (Cádiz). El desarrollo de la eólica marina flotante aprovecha las ventajas de nuevos emplazamientos alejados de la costa, con factores de capacidad que superan las 4.000 horas equivalentes, y que permiten una disminución del impacto visual y ambiental.
El Libro Blanco marca una serie de principales retos que hay que abordar en el corto plazo. Juan Virgilio Márquez, director general de AEE, en la presentación del documento repasa los principales retos para el desarrollo de eólica marina en España a gran escala, afirma que “entre otros retos, es urgente desarrollar los Planes de Ordenación del Espacio Marítimo (POEM) y un marco regulatorio específico para la eólica marina con un enfoque industrial. En paralelo, es necesario establecer un calendario/objetivos para la eólica marina que facilite la inversión y ofrezca visibilidad para el desarrollo de esta tecnología en el país. No podemos dejar de priorizar el necesario consenso social y de corresponsabilidad para hacer posible la convivencia de la eólica marina con otras actividades de nuestra costa”.
Enrique Doheijo, director Área Energía de Deloitte, manifiesta por su parte: "Es necesario una senda sostenible de crecimiento de la potencia de la eólica marina en el tiempo, que actúe como motor del desarrollo de la industria asociada a esta tecnología. A partir de las economías de escala y las capacidades profesionales que se generaran, se creará una actividad exportadora similar a la de la eólica terrestre".
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