Son varios los comerciantes del centro de El Puerto los que, preguntados, no saben nada de eso de la apertura de los domingos y los festivos. A ese nivel ha llegado el desconcierto que genera la decisión de la Junta, que no cuenta con consenso. Según la web de la Consejería de Transformación Económica, que dirige Rogelio Velasco, desde este siete de julio ha quedado declarada en todo el término municipal de El Puerto la Zona de Gran Afluencia Turística, y que estará en vigor hasta el 30 de septiembre, quedando prevista su renovación durante varios años entre los 1 de junio y los últimos días de cada septiembre. Sin embargo, no se adjunta la página del Boletín Oficial de la Junta como en el resto de localidades enlistadas.
La decisión de la Junta llegaba en mayo. CCOO, en la mesa de negociación andaluza, advertía ya entonces que el Ayuntamiento había "presentado una solicitud a sabiendas de que no cumple los requisitos y que es la Dirección General de Comercio la que resuelve en este caso. No ha convocado al Consejo Sectorial de Comercio a pesar de haber solicitado en reiteradas ocasiones que se convoque y tenemos que lamentar que este espacio de diálogo ha quedado vacío de contenido". Al no haberse aprobado el texto del Ayuntamiento, la dirección resolvía que fuera declarada en todo El Puerto. El Ayuntamiento pedía que fuera solo en centro histórico, Valdelagrana y Costa Oeste, excluyendo centros comerciales. Y ahí está el quid.
Porque el argumento en contra de PSOE, IU, CCOO o UGT es sencillo: si las grandes áreas comerciales y los pequeños comercios pueden abrir en domingos y festivos, tiene mayor capacidad el gran comercio de adaptarse con turnos que van rotando, mientras que las pymes se verán en la práctica obligadas a sacrificar su vida familiar. Además, subrayan que no genera empleo, porque las grandes empresas pueden reorganizarse sin cubrir vacantes. En definitiva, aseguran que es una medida que favorece a las grandes y dificulta la existencia de las pequeñas tiendas: o entran en esas aperturas o tienen una competencia difícil de batir. En el fondo, un eterno debate. ¿Es el comercio parte del llamado sector del ocio como hostelería o espectáculos? Y es simbólico, porque lo que atrae en mayor medida a la gente al centro, en invierno y en verano, es especialmente los bares, restaurantes y pubs.
Pocas alegrías para el comercio del centro de El Puerto
La recuperación económica se hace evidente al pasear por las calles en cualquier día y ciudad de España. No es difícil, porque nada peor para la economía que consumidores encerrados. Mejor que los peores meses de 2020, obviamente. Algo mejor que el verano desescalado, también. Porque más personas salen con más frecuencia, acuden a eventos, se arreglan, se visten, se regalan... Sin embargo, algunas de esas apariencias llegan a engañar. Porque 2021 no se parece aún, ni por asomo, a 2019. Así lo confiesan los comercios del centro de El Puerto.
Josefa Guerrero es propietaria de Boutique Jarbu, en marcha desde 1981 en calle Luna, con ropa de temporadas para mujer. Por eso, ahora brilla la ropa de verano. Lo que se nota es la apertura de provincias y la llegada de turistas, "pero aquí lo que ganamos es para pagarle a los políticos, para la renta, impuestos... Saca el dinero de donde sea para pagar, pero ellos no se quitan ni una peseta", recela. Si tuviera la oportunidad de hablar con el alcalde, Germán Beardo, le diría que "ayude a levantar el centro, porque El Puerto está fatal".
Fran Suano es propietario de Cascabelitos, de moda infantil. "La gente entra mucho cliente a preguntar. Hay más gente. Pero el que entra en mi tienda ve mucho, pero pocos compran aunque le interesan". Ve el problema en la crisis, las compras por internet "y la variante Delta, porque han cambiado las expectativas de ir a celebraciones y eventos. Vienen, saben que la ropa está aquí, pero no se atreven a comprar". Lo que ve es que "la gente viene mucho a los bares", pero menos a comprar. Sobre la apertura en domingos y festivos que se permitirán, "ni me va ni me viene. Somos dueños de nuestro destino y ese día es para descansar. El que quiera, que lo haga. Me afecta, pero entiendo que los centros comerciales tiene sus plantillas. No me gusta, digamos, pero no lo critico".
Antonio es dueño de Lorfil, un factory de variados en calle Placilla. "Veo menos turistas que otros años", indica. "Los que tienen una segunda vivienda se quedan fuera del centro. De las urbanizaciones, llega poco, la clientela es parecida a la de invierno, aunque competimos en precio y viene gente de fuera". La posible apertura en domingos "la veo mal. Los domingos son para descansar". De hecho, en vista de cómo funcionan, "no abrimos por las tardes ahora mismo". Al centro de El Puerto, lo que le falta, dice, es "limpieza, que pinten todas las fachadas, que terminen las obras cuando las empiecen, que el aparcamiento no sea todo cobrando...".
Amalia Gallego es propietaria de Mundoarte, una tienda de materiales para manualidades y preparados para eventos como comuniones. "El turismo está flojo este año", cuenta. Los comercios a pie de calle están sufriendo la situación. "Hay gente en la calle, algunas ventas por impulso, pero no es el nivel que se espera y se podría tener". Sobre los festivos, señala que "los domingos no suelo abrir. Me acabo de entrar de esa posibilidad. Algunos festivos, según la posibilidad de venta, llego a abrir. Y si lo veo para los domingos, si es una opción de vender, pues lo haré". En el centro, dice, "lo que faltan son residentes. Hay que hacer algo. No puede ser que te pases dos años yendo a Urbanismo, un papel, otro... Hay muchísima burocracia y eso hace que todo sea más difícil", remacha.
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