Penélope Guerrero (Jerez, 1996) también es conocida como Penélope Tacones. "El gusto por la estética, la belleza y la moda viene de mi madre y de mi abuela", reconoce. La joven artista jerezana, de tan solo 24 años, está en uno de los mejores momentos de su carrera, tras haber actuado en Sky Rojo de Netflix, en Mercado Central de TVE, y en Los Hombres de Paco de Antena 3. Con 238.000 suscriptores en YouTube —más de 25 millones de visualizaciones en sus vídeos— y 77.000 seguidores en Instagram, es una influencer pionera en la normalización del colectivo trans, especialmente entre las jóvenes.
"Si yo hubiera tenido referentes trans hubiera empezado antes", comenta la artista y modelo durante la entrevista con lavozdelsur.es. De hecho, dos de las principales youtubers con las que se inició y se informó del mundo trans son extranjeras, la mexicana Victoria Volkova y la estadounidense Gigi Gorgeous. "Nadie de España. La figura de Cristina —la Veneno— me parecía muy exhuberante. Veía sus vídeos porque me hacía mucha gracia, pero su forma de ser y su personalidad para defenderse de una sociedad que no la entendía, está lejos de mí. Es un arma que a mí no me servía, por eso no me sentía identificada", explica. De hecho, Penélope descubrió su identidad de género a partir del maquillaje, una afición que le viene heredada.
"Hemos sido una familia de mujeres, en casa éramos mi hermana, mi madre y yo. Yo me he nutrido de eso", recuerda. Criada en la popular zona del Parque Atlántico, perdió a su padre con tan solo dos años de edad, centrando su contacto personal con su familia materna con la que guarda una gran relación. "Siempre he estado bien rodeada, también de buenas amistades. En el colegio me trataban bien, pero es cierto que luego en el instituto algún que otro gilipollas había. Recibí un poco de bullying pero luego me aceptaron. Desde pequeña me he vestido como me ha dado la gana”, cuenta. Sin embargo, no inició su transición hasta que salió de su ciudad natal y vivió en Madrid y Barcelona.
Tras mudarse a Madrid con un expediente excelente para estudiar el Doble Grado de Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Carlos III, Penélope tomó conciencia de que algo no iba bien. "Fue la primera vez que salí de casa, a los 18 años. Estuve en un piso de Getafe muy cerca del campus y aunque cogía un metro y en nada estaba en Sol, no me gustaba. Entre grupipandis de compañeros en residencias y el ambiente que había, me quedé excluida, me sentía sola. Yo no quería estudiar Derecho, Economía… yo quería enfocarme a la moda", explica. Fue entonces cuando llamó a su madre y se vino de vuelta para Jerez. Tras unos meses "sabáticos" con objeto de replantearse qué iba a hacer, decidió probar suerte en una prestigiosa academia de maquillaje de Barcelona. En la ciudad condal es donde reconoce que volvió a nacer.
"Allí inicié mi transición", detalla. La joven, que ya había actuado en performances, no estaba segura de si aquello era un hobbie o una forma de vida. "Me pregunté si lo que me gustaba era ser transformista y dedicarme a esto. Luego me di cuenta de que con ponerme unos tacones, una peluca, subirme y bajarme no me bastaba Yo quería eso en el día a día. Yo quería ser como mi madre, como mi hermana, como las mujeres con las que me he criado y las que he visto a mi alrededor", dice. El paso fue muy bien recibido por su entorno aunque conocía las dificultades que entrañaba.
"Cuando le dije a la pareja de mi madre que iba a ser trans me dijo con la mejor de sus intenciones que era un mundo muy complicado. Lo típico de que tenga cuidado porque es oscuro, hay droga y demás. Ahí entendí la figura de la Veneno y de los bajos fondos que la sociedad española había consumido. Por eso hacen falta referentes", dice. Así, y con objeto de desmontar prejuicios y comprender lo trans, comenzó a ser conocida a través de su canal de YouTube, con el que llevaba desde su etapa en Madrid haciendo vídeos sobre una de sus aficiones. "Acabé hablando de mi vida. La gente consideró que era más importante contar lo que me pasaba a maquillarse", comenta la joven.
"Lo que me mueve es la expresión. Me considero artista porque la comunicación también es arte, como la fotografía y el maquillaje. Siempre he sabido lo que me gustaba, pero no cómo ejercerlo y ahora lo hago sin tener que haber estado cinco años estudiando para obtener un título. Te puede valer cualquier cosa si tienes contactos y enchufes, que es la forma en la que funciona el mundo. Pero si tienes don de gentes, aprendes y te escuchan, también puedes, no es necesario lo otro", explica la influencer.
Con su labor en la divulgación trans como hilo conductor, es conocedora de los problemas que vive el colectivo, cercado por algunos sectores reaccionarios a raíz de la Ley Trans. “Me parece una ley maravillosa y necesaria. Que haya personas que no tienen nada que ver con la comunidad trans decidan si tiene que existir esa ley o no, me parece además de innecesario una falta de respeto”, se sincera. Así, considera que las mujeres trans tienen “problemas por todos lados”. “Nosotras estamos en el Triángulo de las Bermudas. Si eres trans te dicen que no eres mujer, pero luego de facto lo eres y tienes todos los perjuicios de las mujeres. Estamos siempre en un frente abierto. Soy mujer, no hace falta ir más allá”, detalla.
Precisamente bajo el título ¿Qué es ser mujer?, la jerezana participó en un TED talk que se celebró el pasado mes de abril en el barrio del Realejo de Granada. En apenas un cuarto de hora, Penélope desgrana el proceso social y emocional implícito a su desarrollo personal en los ultimos años sobre su identidad de género y su orientación. Heterosexual y con una pareja estable desde hace varios años, no duda en explicar con total sinceridad cada una de sus vivencias y de sus pensamientos.
En una de las manifestaciones de repulsa al asesinato homófobo de Samuel, la joven se asustó tras sentir una mano en su espalda. “Era una chiquilla de 16 años. Me dijo: ¿Eres Penélope? Se puso muy nerviosa y empezó a llorar. Yo antes me llamaba Rubén y ahora me llamo Rubí por ti”, recuerda. Emocionada tras la experiencia, supo que había elegido el camino correcto, el de compatibilizar las diferentes pasiones de su vida y mostrarlas sin complejos a todo el mundo. "Me conformo con saber que he puesto mi granito de arena y he ayudado a alguien". Rubí no es la única.
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