La riqueza natural de la provincia de Cádiz, sumada a su larguísima historia y su patrimonio monumental y natural, se unen en un entorno idílico para invertir nuestro tiempo libre en las más diversas actividades. Tras una primera entrega de esta serie, aquí van nuevas recomendaciones:
La Cartuja de Jerez
Contemplar el conjunto monumental religioso de mayor valor artístico de la provincia: Hablamos de La Cartuja de Santa María de la Defensión en Jerez de la Frontera. Se trata de un edificio de estilo gótico y data del Siglo XV. En ella podemos encontrar su trabajada portada, obra del arquitecto jerezano Francisco de Ribera y ya en el interior la capilla de Santa María, también obra de Ribera, los retablos y los claustros.
Una granja de cocodrilos
Visitar la única granja de cocodrilos del Nilo de España: También en Jerez de la Frontera, en la zona de la barriada rural de El Portal, encontramos este recinto tan llamativo, provisto de un río artificial navegable y más de 30 cuevas donde habitan más de 1.000 de estas criaturas y que podemos conocer en profundidad a través de las visitas guiadas que se ofrecen. Debido a la pandemia se ha retrasado la reapertura con proyecto museístico, pero confirman que a finales de mayo estarán listos para recibir visitas.
Cádiz, a vista de pájaro
Ver a vista de pájaro la serranía de Cádiz montando en globo aerostático: En Arcos de la Frontera saben aprovechar la altura a la que se encuentran. Su ubicación permite realizar saltos en parapente y en ala delta así como volar en globo. Se trata de una experiencia única que permite ver a vista de pájaro la hermosa sierra de Cádiz en su mayor esplendor.
Baelo Claudia
Visitar las ruinas de Baelo Claudia en Bolonia: En el Parque natural del Estrecho encontramos esta antigua ciudad romana. Destaca por su gran estado de conservación y en su momento fue una de las grandes factorías de salazones y salsas de pescado de la zona. Destruida casi por completo por un terremoto en el Siglo III d.C fue definitivamente abandonada dos siglos después y fue desenterrada en 1917, cuando se convirtió en objeto de estudio y en un gran atractivo cultural de Tarifa.
Las cobijadas
Contemplar las cobijadas en Vejer: Durante sus fiestas de agosto las mujeres de esta población se visten con unos sayos oscuros que tapan todo el cuerpo y solo dejan a la vista el ojo izquierdo. Aunque recuerda al burka islámico no tiene nada que ver con él y era una vestimenta típica en varias localidades de castilla entre los siglos XVI y XVII. En su momento fue prohibida porque podía usarse para cometer delitos y aunque tras la guerra civil se intentó retomar finalmente quedó como una tradición que se ha convertido en emblema del pueblo y que se recupera cuando llegan las fiestas locales. Independiente de las fiestas donde las cobijadas son protagonistas centrales, un recorrido por Vejer rápidamente descubrirá al viajero una de sus mayores singularidades.
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