El sector del pequeño comercio sufre constantemente el ahogo al que lo someten las grandes plataformas y la venta online; y dentro de él, atreverse a abrir y mantener una librería independiente es directamente una auténtica temeridad. Lo muestran los continuos cierres de estos lugares que son más que una tienda, son oasis para la cultura, rincones donde intercambiar ideas, lecturas y donde poder hacer lo que hoy en día es casi imposible: leer y pensar.
La sevillana librería Verbo, ubicada en la Calle Sierpes, nº 25, anunciaba este lunes con un comunicado en sus redes sociales con estas palabras: "A pesar de todos los intentos que hemos pretendido en estos últimos meses, ninguno ha fructificado y nos ha llegado el momento de empezar a decir adiós a esta aventura librera".
La librería abrió sus puertas en 2017, en un enclave único como es el antiguo Teatro Imperial, un lugar que albergó desde los primeros cines de Sevilla hasta otra librería, Beta, que también tuvo que cerrar sus puertas en 2014. Toda una historia de intentos y apuestas por la cultura que al parecer no han surtido efecto.
Casi una decena de locales dedicados a expandir la literatura se han visto obligados a echar el cierre en los últimos años en Sevilla. Algunos ejemplos son Panella, Caótica o El Gusanito Lector, cuyo espacio fue rescatado por La Botica de los Lectores.
Los dueños de Verbo aún no han anunciado la fecha concreta del cierre, pero sí han comunicado ya en sus redes un nuevo horario en el que permanecerán abiertos para proceder a la liquidación.
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