A las afueras de Jerez, entre el núcleo urbano y la Entidad Local Autónoma de Guadalcacín, existen una serie de viviendas en una zona que se conoce como Caulina. Con terrenos amplios, y casas espaciosas, unas más lujosas que otras, la tranquilidad es la nota predominante en un asentamiento con algunos vecinos permanentes, pero también mucha segunda residencia. Esa tranquilidad se vio alterada hace unos días cuando, sobre las seis de la mañana, agentes de la Guardia Civil irrumpieron en una de las casas.
"No sorprende, había rumores", "algo se oye, que investiguen...", "había rumores", comentan algunos vecinos de forma anónima. Se refieren a Bahialandia, una empresa de celebraciones de eventos, con sede en Caulina, cuyo propietario fue uno de los 18 detenidos como supuesto implicado en una red que enviaba grandes cantidades de marihuana y hachís por carretera a diferentes países de Europa. "Se veía movimiento", confirman los vecinos.
"Yo salía para trabajar y escuché ruido", apunta un residente en la zona, cuando lavozdelsur.es visita Caulina. "Algo se comentaba, pero de rumores no se puede uno fiar...", añade. "No sorprende", dice otro vecino, que veía pasar con frecuencia "muchas furgonetas". "La gente habla y siempre algo se escucha", dice otro, que no ve con buenos ojos estas supuestas ilegalidades cerca de su vivienda. "Tengo un hijo adolescente y no me gustaría que cayera", dice.
El trasiego de personas y vehículos, en Caulina, es intermitente. Un vecino pasea a su perro en bicicleta, mientras otro tira basura en un contenedor cercano, un tercero llega en moto a su casa, y unas parcelas más allá, otro se afana en labrar un pequeño huerto que tiene junto a su vivienda. Todos coinciden en señalar los "rumores" que hablaban de transporte de droga desde el asentamiento rural. "Que investiguen para ver si es verdad", dice uno. La actividad en Bahialandia, días después de las detenciones, continúa con aparente normalidad.
La carretera de Caulina. Autor: Manu García
La Guardia Civil, dentro de la operación Eurotruck, que es como se llama, detuvo a 18 supuestos implicados en el envío de droga a países europeos. En Jerez, pero también en Arcos, San José del Valle, la Junta de los Ríos y Arcos, en la provincia de Cádiz, además de Lebrija y Dos Hermanas, en Sevilla. Los arrestados pasaron a disposición judicial y algunos de ellos han quedado en libertad con cargos. Los implicados en la red, según la Guardia Civil, empaquetaban marihuana para venderla en países de Europa, donde se multiplican las ganancias, y también los riesgos, ya que se distribuía por carretera, lo que supone mayor riesgo que otros métodos.
Uno de los detenidos es Pedro Barbadillo Fernández de los Ríos, ex dirigente de Vox en Cádiz, como publicó el diario sanlucarciudad.com. Barbadillo fue suplente en las listas que el partido de ultraderecha presentó en 2019 a las elecciones municipales en Sanlúcar, de donde es originario, y fue responsable de gestión de equipos. "Me llevaron a declarar y me soltaron sobre la marcha", asegura en declaraciones a ABC. "No tengo nada que ver", agrega.
Pedro Barbadillo fue gestor de equipos de la formación de ultraderecha en la provincia de Cádiz, aunque fue cesado en octubre del año pasado por "pérdida de confianza". El presidente provincial de Vox, José María Ortells, decidió la salida de Barbadillo, que poco después dejó la militancia, aunque en conversación con infoLibre asegura que no llegó a estar afiliado. "No pagué la cuota", señala. El ex dirigente de Vox "imagina" que su detención se debe a que "conocía" a "alguno" de los otros 17 arrestados. La macrooperación contra el narcotráfico asestó un golpe a la organización criminal que exportaba hachís y marihuana.
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