En Jerez de la Frontera hay actualmente algo más de 2.000 personas afectadas por Alzheimer. Aunque muchas de ellas estarán sin diagnosticar, los estudios establecen una tasa de incidencia por número de población que así lo dictamina, explica la presidenta de AFA La Merced Jerez, Marí Ángeles Contreras.
De este grupo de población, tan solo 59 personas -tiene todas las plazas cubiertas- pueden ser atendidas en las instalaciones de dicho colectivo, que lleva diez años intentando ampliar recursos y acometer las obras de la planta superior sin suerte.
De conseguir que alguien sufrague los 300.000 euros necesarios para hacer realidad la obra, y con la debida ampliación de la plantilla y la aportación del equipamiento necesario, estarían en condiciones de duplicar “esta familia” que se ha formado a lo largo de sus 23 años de actividad. Actualmente cuentan con una lista de espera de 40 personas.
Con una plantilla de 26 trabajadores en la que se incluyen distintos perfiles profesionales, AFA La Merced ofrece un servicio de atención en el que hay dos modalidades. Por un lado, está el servicio de respiro, en el que la familia se encarga de llevar y recoger a la persona afectada por Alzheimer al centro, donde permanece 5 horas realizando las actividades programadas.
Por otro lado, también se ofrece la posibilidad de que sea el personal del propio centro el que recoge en su domicilio al usuario, a quien devolverá de nuevo a casa una vez culminadas las 7,5 horas de atención, en la que desayunan, realizan talleres adaptados al nivel cognitivo de cada cual y almuerzan.
La ayuda de centros como éste es fundamental para muchas familias. Mari Ángel Contreras destaca que “el Alzheimer es una enfermedad que padece el enfermo, pero que sufre el familiar, y muchas veces se necesita ayuda”.
Por ello, desde la experiencia, aconseja a familiares de personas diagnosticadas que “estén controladas por el neurólogo o por geriatras si son mayores, y que acudan a nosotros si tienen dudas, porque podemos asesorar”.
El consejo que da a quienes tienen que ayudar a alguien cercano a vivir el día a día “con este maldito alemán que nos fastidia la vida” es que “si están en casa y tienen aún sus rutinas que los dejen, que los dejen a su ritmo, porque a veces hace falta mucha paciencia e imaginación”.
El Plan Integral de Alzheimer y otras Demencias (2019-2023) subraya que el abordaje de las demencias es una prioridad de salud pública y un problema social y sanitario de primer orden. Se ha convertido en la gran epidemia silenciosa del siglo XXI y en el gran reto para la sostenibilidad de cualquier sistema social y sanitario.
Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), a nivel mundial en 2015 el Alzhéimer y otras demencias afectaban a 47 millones de personas en todo el mundo (en torno al 5% de la población mundial de edad avanzada), cifra que se prevé que aumente a 75 millones en 2030 y a 132 millones en 2050.
De acuerdo con los estudios realizados en España, la prevalencia de esta enfermedad ronda el 0,05% entre las personas de 40 a 65 años; 1,07% entre los 65-69 años; 3,4% en los 70-74 años; 6,9% en los 75-79 años; 12,1% en los 80-84; 20,1 en los 85-89; y 39,2% entre los mayores de 90 años.
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