La Universidad de Cádiz y el Ayuntamiento de Puerto Real han firmado un convenio de colaboración para la cesión de uso y gestión de la Bodega Campuzano, un edificio histórico situado entre las calles Amargura y Cruz Verde. El acuerdo, rubricado este martes en el Consistorio, permitirá que el inmueble sea rehabilitado y utilizado por la institución académica para actividades docentes vinculadas a la enología y la agroalimentación.
El rector de la UCA, Casimiro Mantell, y la alcaldesa de Puerto Real, Aurora Salvador, han formalizado la cesión gratuita por parte del Ayuntamiento. La Universidad asumirá el uso, disfrute y explotación de la bodega durante un periodo de 30 años, tiempo en el que mantendrá su denominación histórica en todas las comunicaciones internas y externas.
Mantell destacó que este paso supone "recuperar una bodega histórica y transformarla en un espacio de formación en enología". Según el rector, el proyecto responde a la estrategia de la Universidad de integrar patrimonio, investigación y comunidad, poniendo "el conocimiento al servicio del territorio".
La alcaldesa, por su parte, subrayó que la iniciativa representa un avance clave para Puerto Real. "La llegada de la Universidad a este espacio nos permitirá impulsar la formación y la investigación en un sector estratégico como la enología, pero también abrir el centro a la ciudadanía como lugar de encuentro, cultura y desarrollo económico", afirmó Salvador.
El convenio contempla que la UCA asuma las obras de rehabilitación y el equipamiento necesario para convertir la bodega en un complejo docente. A partir de ahí, se encargará de los gastos de conservación, limpieza, seguridad, suministros y mantenimiento. El Ayuntamiento, como propietario del inmueble, colaborará en la tramitación de las licencias necesarias para su puesta en marcha.
Una comisión de seguimiento para el cumplimiento
Para garantizar el cumplimiento de lo pactado, se creará una comisión de seguimiento paritaria con representantes de ambas instituciones. Este órgano será el encargado de planificar y supervisar los proyectos que se desarrollen en el inmueble a lo largo de las tres décadas de cesión.
El decano de la Facultad de Ciencias, Juan Carlos Hernández, ha recordado que la incorporación de instalaciones adecuadas para el Grado en Enología era "urgente" desde hace años. Según explicó, los estudios de fermentaciones comenzaron en 1972 como una especialidad de Química, y acabaron evolucionando hacia una titulación propia que demandaba infraestructuras específicas.
Hernández señaló que la nueva sede permitirá a los estudiantes realizar prácticas, catas y elaborar vinos en un entorno real con laboratorios de vanguardia. Además, remarcó que el proyecto “recuperará la tradición vinícola local” y abrirá la bodega a la comunidad para visitas y actividades, convirtiéndose en un recurso educativo y cultural de referencia.
