Lo ocurrido en el último programa de No somos nadie empezó como una escenificación distendida y terminó con consecuencias inesperadas. Durante una recreación de un supuesto encuentro entre la escritora Laurence Debray, autora de la biografía del rey emérito, y la infanta Elena, Carlota Corredera y María Patiño protagonizaron una carrera en el plató para fundirse en un abrazo. El gesto, planteado en clave de humor, se torció cuando Corredera perdió el equilibrio y cayó al suelo, arrastrando también a su compañera.
La escena, que en un primer momento fue recibida entre risas, derivó rápidamente en preocupación al comprobarse que la colaboradora se había lesionado. La imagen de Corredera tumbada en el suelo, riendo pero muy dolorida por el golpe, llevó al director del espacio, David Valldeperas, a verbalizar su inquietud en directo con la pregunta: "¿Llamamos a una ambulancia?".
Del plató a urgencias tras la caída
María Patiño, que inicialmente se interesó por el estado de su compañera, rebajó la tensión al comprobar que Corredera seguía tomándose el accidente con humor. En ese contexto lanzó una broma que aludía al momento que atraviesa el equipo tras las salidas de Kiko Matamoros y Belén Esteban: "No sobra mucha gente, ¿sabes? No es el momento". El comentario subrayaba, en clave irónica, la incomodidad de perder a otra colaboradora, aunque fuera de forma temporal.
Pese al tono distendido, la propia Corredera reconoció el dolor provocado por la caída. La comunicadora explicó las molestias que sentía: "Me duele mucho el tobillo y se me va a poner… ya lo tengo yo anchito". Mientras tanto, sus compañeros le facilitaron unas zapatillas planas y avisaron a un médico para valorar la lesión.
Aunque intentó continuar en el programa, la evolución del tobillo aconsejó su salida del plató para acudir a un centro hospitalario. La decisión llegó tras la indicación directa del director del programa, que le instó a marcharse de inmediato para ser atendida: "Te tienes que ir ya".