Hay personas que tienen ideas extravagantes para "maximizar su erección". Un indonesio de 37 años, virgen, se insertó una cuerda de nailon de dos metros en el interior de su pene. La jugada no le salió bien ya que tuvo que ir al hospital en Surabaya, localidad de la isla de Java porque tenía dolores en la parte más baja del abdomen.
El hombre, que era la primera vez que llevaba a cabo esta práctica, presentaba dificultades para orinar y sangraba. Por lo que, cuando los doctores le atendieron, tuvo que confesar que se había metido el objeto. Aunque le costó explicarlo con detalle al tratarse de una situación incómoda.
Según los médicos, obtener el diagnóstico de estos pacientes es complicado ya que, por pudor, no son honestos y no reconocen la práctica que han llevado a cabo.
El indonesio, que no estaba casado, vivía con su madre, que padece un transtorno mental, y fue enviado a una unidad de consulta externa del servicio de psiquiatría para evaluar su comportamiento sexual. Los médicos advierten de que esta práctica puede ser peligrosa ya que daña el tejido de la vía uretral y puede provocar una falta de control de la vejiga, además de infección llegando a necesitar, en algunos casos, intervención quirúrgica.