Roma, siglo XVIII. En una ciudad marcada por la opulencia papal y la pobreza de los barrios bajos, surgió una figura que dedicó su vida a tender un puente entre ambos mundos. San Juan Bautista de Rossi (1698–1764), sacerdote italiano canonizado en 1881 por el papa León XIII, se destacó por su incansable labor pastoral entre los más necesitados, convirtiéndose en uno de los ejemplos más claros del cristianismo vivido con humildad y acción.
Nacido el 22 de febrero de 1698 en Voltaggio, un pequeño pueblo del norte de Italia, Juan Bautista de Rossi fue el cuarto hijo de una familia modesta. Desde muy joven mostró inclinación por la vida espiritual. A los 13 años se trasladó a Roma bajo el patrocinio de un primo sacerdote, quien lo ayudó a recibir formación académica y religiosa. Pese a su frágil salud —sufrió de epilepsia durante buena parte de su vida—, Juan Bautista perseveró en su vocación y fue ordenado sacerdote en 1721.
Un ministerio entre marginados
A diferencia de muchos de sus contemporáneos, que se dedicaban al estudio o a la administración eclesiástica, de Rossi prefirió los márgenes. Dedicó su ministerio a atender a los enfermos, a los presos y a los pobres de Roma. Visitaba hospitales, cárceles y albergues con la misma constancia con la que otros asistían a palacios.
Uno de sus mayores aportes fue su trabajo en la iglesia de San Galo, donde instauró una escuela de catequesis y un espacio para confesiones frecuentes. Su capacidad como confesor era muy reconocida: se dice que pasaba horas escuchando penitentes, especialmente aquellos rechazados por otros sacerdotes por sus historias o condiciones de vida.
Juan Bautista de Rossi murió el 23 de mayo de 1764, a los 66 años, dejando una huella profunda en la ciudad de Roma. Su tumba, ubicada en la iglesia de San Giovanni dei Fiorentini, sigue siendo un lugar de peregrinación.
Otros santos y beatos
San Desiderio de Langres († c. 355). Obispo y mártir galorromano. Según la tradición, fue asesinado por los vándalos por defender su fe.
San Eufebio de Nápoles († s. IV). Obispo que luchó contra el arrianismo y promovió la ortodoxia cristiana.
San Guiberto de Gorze (*892–962*). Monje benedictino francés, fundador de monasterios y ejemplo de vida ascética.
Beata María Crescencia Höss (*1682–1744*). Religiosa alemana de la Tercera Orden Franciscana, conocida por su profunda devoción a la Eucaristía y a la Virgen María.
Beato José Kurzawa (*1910–1940*). Sacerdote y mártir polaco, asesinado por los nazis en el campo de concentración de Sachsenhausen.