Ni la pandemia ni las crisis económicas anteriores tumban a estos negocios tradicionales del casco histórico de El Puerto que atienden a generaciones con una sonrisa desde hace décadas. De padres a hijas y de abuelas a nietos, el secreto de estas tiendas conocidas popularmente son la unión de la familia y la entrega diaria. Con cariño, mantienen su clientela fiel, esa que apuesta por los comercios de proximidad. Escaparates de toda la vida que mantienen viva la actividad del centro y las conversaciones de barrio.







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