El pleno municipal de la localidad de Cantillana transcurría con normalidad hasta la última intervención. Era una pregunta y ruego del PP, en la oposición en el municipio sevillano. En esa pregunta, el partido preguntaba a la actual alcaldesa, Rocío Campos, del PSOE, por el bastón de mando. Y el asunto traía cola.
Angelines García Macías, también del PSOE, fue la alcaldesa hasta mediados de este mes de junio. No se presentó y su delegada de Hacienda, Campos, tomó el relevo para ser la número 1 de la lista y lograr revalidar el gobierno municipal. No sin ciertos nervios, tras un acuerdo que no prosperó entre IU y PP. Pero esa es otra historia.
El bastón del mando que tomó en su posesión Rocío Campos no era el mismo que había ostentado García Macías. Se había repuesto por uno nuevo de unos 200 euros, encargado de urgencia en los primeros días de junio.
El PP lanzaba en su pregunta: "¿Qué órgano ha decidido regalar el bastón de mando a la señora García Macías?". Ese "regalo" del que hablan viene a decir que la anterior alcaldesa lo tendría en su casa. Nunca antes un alcalde habría recibido tal regalo, tal recuerdo.
Los populares ofrecen la oportunidad a García Macías de devolver "en el menor tiempo posible" el bastón de mando, y que se quede con el que sirvió a la nueva alcaldesa para tomar posesión, "lo que seguro le servirá para rememorar su etapa como alcaldesa".
Preguntada al respecto de este asunto, García -que ha abandonado la política- señala que el bastón sufrió daños durante los últimos años. Y que ese bastón, en realidad, no tiene historia.
Ella llegó a la política municipal en los 90. El antiguo alcalde Eduardo Reina encargó un bastón nuevo, dice la exregidora. Ese bastón es el que ha estado utilizando durante los 11 años que ha sido alcaldesa, no uno "de tiempo inmemorial, como me han llegado a decir".
El bastón que ella iba a entregar a Campos en la toma de posesión "se cayó en la procesión del Corpus. Yo lo he llevado a muchos actos, a veces se ha caído y he tenido que pegarlo. Encargué uno días antes para que tuviera uno nuevo en buen estado", afirma.
Entonces, ¿qué ha pasado con los restos en mal estado del anterior bastón de mando? "No lo sé", dice García Macías. "Yo el último día que fui al Ayuntamiento fue el 16 de junio, el día antes de la toma de posesión, que no fue en el Ayuntamiento, y desde entonces no lo he vuelto a pisar. Yo lo dejé en el armario del despacho" donde trabajaba.
"Y sé", prosigue, "que se hizo limpieza, que se pudieron tirar cosas, pero yo ya no sé dónde está". Afirma sentirse "indignada" con la pregunta del PP. "Han ido a por mí muchos años y ahora me sacan esto, que es mentira".
Por lo pronto, nadie relacionado con el bastón sabe dar con el paradero. Un curioso caso de intrigas que daría para novela veraniega de trasfondo político.
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