La primavera en El Puerto se vive entre flores, arte y tradición. Desde el 8 hasta el 11 de mayo, vecinos y visitantes podrán descubrir la Fiesta de los Patios Portuenses, una celebración que en su vigésimo sexta edición abre al público una veintena de patios históricos. Espacios llenos de encanto, muchos de ellos habitualmente cerrados, que forman parte esencial de la identidad portuense.
Organizada por la Asociación Cultural Amigos de los Patios Portuenses, presidida por José Ignacio Delgado Poullet “Nani”, y en colaboración con la Concejalía de Fiestas del Ayuntamiento, esta fiesta homenajea los rincones más emblemáticos de la ciudad. Durante estos días, los patios se convierten en escenarios vivos para actividades culturales, música en directo, teatro, poesía y gastronomía tradicional.
Los patios portuenses destacan por su diversidad, desde casas-palacio de Cargadores a Indias hasta espacios conventuales, bodegueros o de vecindad. En cada uno de ellos, los visitantes pueden disfrutar de música, danza, poesía, pintura y, por supuesto, del vino de la tierra. Esta fiesta es posible gracias a los vecinos del casco histórico, quienes actúan como verdaderos guardianes y anfitriones, compartiendo su legado y mostrando el Barrio Alto en todo su esplendor.
Motos y guisos
Una de las novedades más esperadas de esta edición es la vistosa ruta motera que el grupo Cádiz Chapter del Harley Owners Group realizará por el centro de la ciudad el sábado. Además, por primera vez se implementará un sistema de votación popular mediante código QR, permitiendo a los visitantes elegir su patio favorito.
La gastronomía también tendrá un papel protagonista con el regreso de la Ruta Gastronómica Los Guisos de Nuestros Patios, en la que más de 30 establecimientos del centro histórico rendirán homenaje a los sabores tradicionales. Platos de cuchara, recetas de antaño y propuestas con productos locales se maridarán con el mejor vino fino de El Puerto.
Un recorrido por el alma portuense
El acto inaugural estuvo presidido por José Ignacio Delgado Poullet “Nani”, alma mater de la Asociación Cultural Amigos de los Patios Portuenses, y el teniente de alcalde de Fiestas, David Calleja, acompañados por las embajadoras de los patios, verdaderas guardianas de estos rincones únicos que, durante todo el fin de semana, se convierten en escenarios vivos para el arte, la tradición y la convivencia.
Junto a ellos, participaron en la comitiva el teniente de alcalde de Gran Ciudad, Javier Bello; así como otros miembros de la Corporación Municipal y los coquineros y coquineras 2025, que arroparon con entusiasmo el comienzo de un fin de semana en el que se invita a portuenses y visitantes a descubrir los tesoros ocultos que se esconden tras muchas casa-puerta.
El momento más simbólico llegó con el tradicional “machetazo” inaugural, que este año compartieron los propietarios de La Bodeguita, impulsores de la Ruta Gastronómica “Los Guisos de Nuestros Patios”, en homenaje a la cocina tradicional portuense, parte esencial de esta celebración. La Bodeguita, ubicada en una casa del siglo XVIII, cumple ya más de dos décadas desde que Rafael Fernández y su mujer, Mamen Serrano, le dieran un nuevo enfoque a los sabores de siempre sin perder su esencia, y hoy continúan el legado junto a sus hijos, Borja y María.
Entre los actos destacados de la jornada también brilló la inauguración de la exposición de Ikebana —el arte floral japonés— en El Hospitalito, que podrá visitarse durante todo el fin de semana. La muestra es fruto del taller impartido por la Asociación Cultural Japonesa Miyabi de Sevilla, en el que más de 30 embajadoras de los patios aprendieron este delicado arte, cuyas elegantes composiciones florales decoran ahora el emblemático edificio. Una propuesta que ha cautivado al público y que refuerza el vínculo entre la tradición local y la expresión artística internacional.
Desde el Ayuntamiento, el alcalde de El Puerto, Germán Beardo, ha animado a portuenses y visitantes a participar en esta celebración que mezcla historia, cultura, sabores y tradición, extendiéndose desde el Barrio Alto hasta el corazón del casco histórico. Una oportunidad única para descubrir el alma de la ciudad a través de sus patios, auténticos tesoros ocultos que abren sus puertas al mundo.