Chiclana de la Frontera contará en 2026 con una nueva pasarela sobre el río Iro, elevando a nueve el número total de cruces sobre este cauce fluvial que atraviesa la ciudad. El nuevo paso, de uso exclusivo para peatones y ciclistas, ha comenzado ya su construcción con el objetivo de reforzar la cohesión entre los barrios de La Banda y El Lugar, separados por el río.
El proyecto forma parte de un plan municipal para aumentar la permeabilidad urbana y reducir las barreras físicas que dividen el casco histórico. La infraestructura tendrá una longitud de 43 metros, una anchura de tres y estará situada a ocho metros sobre el nivel del mar. La intervención se realiza en un enclave de alto valor simbólico e histórico, frente a la antigua cantera junto a la carretera Nacional-340, donde se sitúa el asentamiento fenicio del Cerro del Castillo, considerado el origen de la ciudad.
Con un diseño sencillo y respetuoso con el entorno, la pasarela está concebida como un elemento integrador dentro del paisaje urbano. Pintada de blanco y construida en acero, permitirá el tránsito fluido entre la calle Ribera del Río y la Avenida de los Reyes Católicos, ofreciendo además una conexión directa con el tranvía de la Bahía de Cádiz y el Espacio Arqueológico Nueva Gadeira, al que se accederá mediante un ascensor que supera un desnivel de 30 metros.
La construcción se enmarca en las actuaciones financiadas por el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia a través de los fondos europeos Next Generation EU. El presupuesto asignado asciende a 1,2 millones de euros, con el objetivo de implantar una Zona de Bajas Emisiones y fomentar la movilidad sostenible. Las empresas UC10 SA y Azul Construcción Repair SA son las encargadas de ejecutar los trabajos mediante una unión temporal.
En las últimas décadas, el río Iro ha dejado de ser visto como una frontera natural para convertirse en un eje vital de la ciudad. El libro El Iro, más que un río, del Grupo Iro XXI, destaca la recuperación ambiental de su cauce, habitado por aves como zarapitos, garcillas y correlimos, así como por especies migratorias. La obra también recoge el papel histórico de los puentes en la evolución urbana de Chiclana, desde los destruidos durante la ocupación napoleónica hasta los más recientes.
Los puentes
Actualmente, Chiclana cuenta con varios pasos significativos sobre el río. Entre ellos destaca el puente del VII Centenario, conocido como el puente azul, operativo desde el año 2000 y construido en homenaje a la fundación de la ciudad en 1303. También está el puente de Nuestra Señora de los Remedios, conocido como el puente grande, abierto al tráfico en 1969 y ampliado en 2003, que hoy acoge el paso del tranvía.
A estos se suman otras pasarelas peatonales como la del Pájaro, en la Gran Plaza; la de la Correntín, más conocida como el puente de madera; y el Puente Chico, con una historia que se remonta al siglo XIX y diversas reconstrucciones a lo largo del tiempo. El más largo de todos, el puente de la Concordia, fue inaugurado en 2008 y alivia el tráfico hacia la A-48 y Medina Sidonia.
En el extremo oriental del trazado urbano, el Ayuntamiento proyecta un futuro parque fluvial en los márgenes del Iro, con zonas verdes y una laguna, junto a la carretera de Los Barrancos. En ese punto, donde actualmente solo existe un vado, está previsto levantar el décimo puente de la ciudad, una infraestructura comprometida por la Junta de Andalucía en 2009 para mejorar el acceso al área industrial.
Con la nueva pasarela, el Consistorio busca no solo mejorar la movilidad, sino también recuperar una parte olvidada del patrimonio local. La torre que hoy se levanta en el solar de la antigua cantera rinde homenaje a la desaparecida torre de Guzmán El Bueno, arrasada por las tropas napoleónicas, y forma parte de un proyecto más amplio que prevé convertir el lugar en un espacio cultural a medio plazo, con programación de espectáculos y actividades al aire libre.