El bando municipal que limita la celebración de esta tradicional fiesta entre el 1 y el 25 de diciembre intranquiliza a bares y negocios del centro.
La noticia de que el Ayuntamiento, a través de un bando municipal publicado este pasado fin de semana, limita la celebración de las Zambombas entre el 1 y el 25 de diciembre, no ha sentado bien, como era de esperar, en el sector del comercio y la hostelería, sobre todo del centro, después de varios años en los que se han estado celebrando desde finales de noviembre.
Se entiende que el ánimo del bando persigue no solo establecer los parámetros que deben cumplir los establecimientos y organizadores de estos eventos, también buscar esa ‘pureza’ perdida para cumplir con esa ley no escrita que dice que en noviembre, mes de difuntos, no deben celebrarse Zambombas, toda vez que esta fiesta, además, ya está declarada Bien de Interés Cultural.
Desde la Asociación de Comerciantes del Centro de Jerez (Acoje), su presidenta, Nela García, considera que el bando “llega tarde”. “Entendemos que se podría haber publicado en septiembre, porque desde el gobierno saben que la Navidad se planifica con bastante tiempo y desde el punto de vista del comercio y la hostelería se empieza a organizar antes por lo que conlleva de contratación de personal, de compra de productos…”. García recuerda igualmente que hay numerosos grupos que son contratados para cantar en diferentes Zambombas y que suelen cerrar sus actuaciones también con semanas de adelanto. “Habrá algunos que van a tener que retrasar sus zambombas y a lo mejor los grupos que ya tenían contratados ya tienen la fecha alternativa cogida”.
En Acoje, de esta manera, entienden que una fecha adecuada para el comienzo de las Zambombas es “el último fin de semana de noviembre”. “El público y el sentido común dicen cuándo tienen que celebrarse las zambombas, no es de lógica que se hagan justo después de Todos los Santos, pero el último fin de semana de noviembre, que ya es de precalentamiento, no sería malo que se celebraran, aunque sabemos que el verdadero pistoletazo llega con el puente de diciembre”.
La patronal hostelera de la provincia de Cádiz, Horeca, también considera una mala noticia el retraso de la celebración de las zambombas. Su presidente, Antonio de María Ceballos, si bien reconoce que todavía no ha podido ponerse en contacto con Paco Camas, delegado de Urbanismo y Cultura, afirma que su primera impresión “es que le vamos a quitar diez días de negocio a la gente, pero no solo a la hostelería, sino a todo el mundo, porque lo que se consume en esos días hay que comprarlo, es una cadena”. De María recuerda también que eso afectará en el número de visitas de fuera de Jerez, que, a su vez, "repercutirá en el comercio”.
A pie de calle, bares en enclaves típicos de Zambombas, como Plateros, reconocen el daño que les puede suponer la medida. Es el caso de La Tasquita, donde explican que en los últimos años ya venían celebrando Zambombas desde el penúltimo fin de semana de noviembre. “El primero siempre es el más flojo, pero el último es tradicionalmente muy bueno, porque luego en diciembre la gente ya tiene más compromisos de cenas y Zambombas y se reparte más”, señala Puri, camarera del negocio, que añade que “nos quitan medio mes de ganancias fuertes si nos quitan noviembre. Teniendo en cuenta que la Nochebuena cae en fin de semana y ya no hacemos, nos quedamos solo con tres fines de semana de diciembre”.
Desde el punto de vista vecinal, Alejandro González, presidente de la asociación de vecinos del Centro Histórico afirma que ve "bien" la medida, pero pide al Ayuntamiento “que monte la infraestructura necesaria para que no sea un caos, como poner servicios públicos, o que controle el tema de que los bares no pongan carteles de averiado en sus servicios para que la gente no entre”.
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