En un bloque de pisos del entorno de la Ermita de Guía, en Jerez, hay vecinos que llevan años soportando la supuesta prostitución que se ejerce en una vivienda en la que el trasiego de personas, hasta de madrugada, es constante. "Vemos entrar a mujeres, que van rotando, cada pocos meses vienen otras distintas", comenta una vecina cuando atiende a lavozdelsur.es.
Los vecinos soportan los ruidos y los inconvenientes que provocan los supuestos clientes, que en alguna ocasión hasta han orinado en zonas comunes, con la consiguiente molestia para los residentes. El asunto está denunciado ante la Justicia, recientemente, por lo que esperan que se solucione cuanto antes. "Ya no sabemos qué más hacer", relatan los vecinos, que temen que se trate de una banda organizada.
La Policía Nacional, en estos casos, acuden a la zona para realizar una inspección una vez que se recibe la denuncia vecinal, para comprobar la situación en la que se encuentran las mujeres que ejercen, supuestamente, la prostitución en la vivienda. En el caso de que estén siendo explotadas o coaccionadas, se inicia la correspondiente investigación para perseguir un posible delito de proxenetismo. Los vecinos pueden presentar denuncia de tres formas, a través del administrador de la finca, mediante la asociación de vecinos o alguna entidad del barrio o de forma particular llamando a la unidad de Participación Ciudadana de la Policía Nacional.
En Jerez, hay zonas donde se conoce que tradicionalmente se ejerce la prostitución, como el entorno de la avenida de México o Montealto, donde hay un local acusado de acoger prostitución, aunque la Fiscalía, hace años, archivó una causa al no apreciar las citadas coacciones a las mujeres, por lo que si no hay proxenetismo, no hay delito. Aunque también hay denuncias por supuesta presencia de prostitución en otros puntos de la ciudad, como el entorno de la laguna de Torrox, en la zona Sur.
Mujeres "semisecuestradas" en El Puerto
En El Puerto de Santa María, la Policía Nacional liberó recientemente a mujeres que estaban "semisecuestradas" ejerciendo la prostitución en una vivienda de Valdelagrana, de la que podían entrar y salir, pero siempre pidendo permiso a la madame y siendo despojadas de sus teléfonos móviles.
"Estaban semisecuestradas, controladas en todo momento, y las obligaban a dar servicios a sus clientes las 24 horas del día", señalan los investigadores de la Policía Nacional encargados del caso, que a mediados de junio detuvieron a tres personas como presuntas autoras de los delitos de prostitución y explotación sexual, contra la salud pública y otro de falsedad documental.
Además de la madame, que apenas iba a la casa por las mañanas, había otra controladora, que "les decía cuánto tenían que cobrar, el tiempo que tenían que estar con cada cliente, les daban o no permiso para salir... las chicas estaban completamente a sus órdenes", explican los investigadoras a La Voz de Cádiz.
La Policía explicó que la investigación se inició en agosto de 2020 y, durante todo este tiempo, los agentes de la UCRIF han recabado pruebas incriminatorias sobre las personas encartadas. Fruto de las gestiones realizadas, el Juzgado de Instrucción número cuatro de El Puerto de Santa María autorizó, el pasado día 9 de junio, la entrada y registro de la casa de citas, en el domicilio habitual de la principal investigada en San Fernando y en un chalet que disponía para su ocio personal en Chiclana.
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