El PSOE de Jerez ha lanzado una dura denuncia contra la multinacional Saint-Gobain, a la que acusa de haber transformado la antigua fábrica de botellas en un espacio abandonado y lleno de restos metálicos. "Una chatarrería", dice el portavoz socialista, José Antonio Díaz, denuncia la “situación de ruina, suciedad y peligro” en la que se encuentran los más de 100.000 metros cuadrados que la compañía mantiene junto al centro urbano.
Díaz sostiene que Saint-Gobain ha convertido la planta en una auténtica chatarrería industrial, lo que considera “una vergüenza para Jerez”. Asegura que la empresa “se marchó dejando desempleo y ahora deja chatarra y abandono”, bloqueando cualquier posibilidad de desarrollo urbanístico. El dirigente socialista acusa al Gobierno local de María José García-Pelayo de “mirar hacia otro lado” y actuar “con sumisión e indiferencia” ante esta situación, al tiempo que lamenta que no exista “voluntad de hacer nada”.
Desde el grupo socialista insisten en que esta inacción está impidiendo una “oportunidad histórica” para crear vivienda pública, empleo y regenerar uno de los mayores puntos negros de la ciudad. Por ello, el PSOE reclama que el Ayuntamiento de Jerez inicie de manera urgente la expropiación forzosa o la venta obligada del solar, alegando incumplimiento de los deberes urbanísticos. También plantean la posibilidad de activar la figura del agente urbanizador, de modo que otra empresa pueda ejecutar el proyecto y repercutir los costes a los propietarios actuales.
El portavoz socialista ha recordado que su partido ya impulsó proyectos similares, como los terrenos de Croft, el Polígono Guadalquivir o el Palacio de Congresos. Además, ha reiterado que antes de las elecciones de 2023 se llegó a anunciar la intención de expropiar los terrenos ante la negativa de Saint-Gobain a desarrollarlos.
Díaz ha ofrecido al gobierno local un acuerdo político para actuar con firmeza y respaldo jurídico, pero ha advertido que, si la alcaldesa “continúa escondida”, el PSOE seguirá denunciando lo que considera un “chantaje empresarial”. El portavoz concluye subrayando que la antigua fábrica de botellas “no puede seguir siendo una chatarrería” y que ese suelo “es para vivienda, para empleo, para ciudad”.
Tras 15 años de abandono, el recinto sigue sin proyecto definido. La antigua planta, propiedad del fondo estadounidense Apollo Global Management, ligado al multimillonario Leon Black, ocupa un lugar estratégico en el corazón de Jerez. Un espacio que, según los técnicos municipales, es clave para el futuro desarrollo urbano de la ciudad.