"Fue el primero en caer. El médico le dio tres jornadas de lesión pero a él le sudó tol nabo y no se ha perdido un partido". Es uno de los comentarios, junto con la imagen de una cabeza sangrante de un joven, que aparecen en la red social TikTok, en uno de los vídeos subidos a esta plataforma de las batallas campales organizadas en una residencia escolar abandonada en Sanlúcar de Barrameda.
En los vídeos viralizados, los jóvenes aparecen antes de cada combate con el himno de la Champions League y luego saltan al terreno de juego con todo tipo de lanzamientos de piedras y objetos contundentes.
La portavoz del PP de Sanlúcar, Carmen Pérez, ha lamentado que la alcaldesa, Carmen Álvarez, no haya atendido el requerimiento realizado por los populares el pasado 28 de septiembre instando al Ayuntamiento a que actúe con la mayor urgencia para garantizar la seguridad en la antigua residencia escolar Jesús Maestro, abandonada, que se ha convertido en un lugar de consumo de estupefacientes y, además, donde acceden menores sin ningún tipo de control.
Pérez ha anunciado que este lunes registrará la petición formalmente, tras las denuncias realizada por los padres y madres de los alumnos del colegio anexo a la finca, el Quinta de la Paz, y ante la alarma generado por los vídeos que circulan por las redes sociales donde se ven a menores en las instalaciones, que se encuentran en estado ruinoso.
La portavoz de los populares ha reiterado que la situación en la que se halla el inmueble es un peligro para los niños que acceden, y se ha convertido, asimismo, en un problema serio de convivencia con el alumnado del centro escolar y los vecinos de la zona, donde se encuentran ubicados igualmente el centro de educación de adultos y el parque de bomberos provisional.
Pérez insiste en que, al margen de que haya que estudiar cuál es la solución para la finca, es preciso que se actúe “para evitar una desgracia”, y ha advertido de que el equipo de Gobierno tiene la responsabilidad de evitar cualquier incidencia.
El Ayuntamiento de Sanlúcar anunció en 2014 que estaba "ultimando" las labores de cerramiento y clausura de los accesos a la antigua residencia escolar Jesús Maestro con el objetivo de evitar que estas instalaciones sean objeto de vandalismo y destrozos. Entonces recordaba el gobierno local que ya a se vio obligado a blindar los accesos a la antigua residencia diez años antes. Transcurridas casi dos décadas, ¿nadie va a echar abajo este inmueble ruinoso antes de que ocurra una desgracia?
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