El tenista jerezano Pablo Llamas (Jerez, 2002) debutó la semana pasada,en el New England´s Club de Wimbledon en la categoría junior, cosechando una gran actuación, pese a terminar lesionado.
La cita, que ha tenido lugar del 6 al 14 de julio, ha sido un momento histórico para el tenis de Jerez. Pese a firmar una actuación notable, generando una gran expectación por parte de todos los espectadores, la suerte no estuvo de parte de Pablo. En el tercer set el tenista terminó lesionado del cuádriceps, por lo que no pudo finalizar el encuentro.
El joven tenista jerezano en una fotografía de archivo.
Un tenista en potencia desde muy temprana edad
Desde muy pequeño esta promesa del tenis ha cosechado numerosos éxitos y premios. De esa forma, ha sido campeón de Andalucía Benjamín en 2012, alevín sub-11 el año siguiente y sub-13 en 2015. Más recientemente, ha hecho lo propio siendo campeón de Andalucía en categoría infantil y sub-15 en 2016, y cadete el pasado julio de 2018. Con la selección natural ha sido preseleccionado por la Federación Española de Tenis en todas las categorías, excepto un año que no compitió, y en el Centro de Alto Rendimiento pasó a ser integrante de la Selección Nacional para el Europeo Alevín de 2014 en Turquía, las Copas de Invierno Cadete sub 16 de 2018 en Francia y la Copa Davis Junior en septiembre de 2018, celebrada en Budapest, donde se proclamó campeón del mundo.
Los inicios de Pablo Llamas.
¿Cómo empezó tu pasión por el tenis?
Mi pasión por el tenis empezó, por mi hermano Iván, ya que el resto de mi familia no era muy aficionada a este deporte. Un día, estando mi hermano Iván entrenando, mi madre me dio una raqueta y me dijo: "va, prueba". Fue con tan sólo 3 años y a raíz de ese día, vi que se me daba bastante bien y empecé a jugar y a jugar. Como también jugaba al fútbol y al baloncesto, me tuve que decidir por uno. Fue entonces cuando elegí el tenis. A partir de los 7 años empecé ya a competir. Ahí empezó todo.
¿Cuál fue el momento más duro de tu carrera?
El momento más duro de mi carrera fue cuando me vine sólo de Jerez a Jávea, ya que dejé mi anterior club de tenis, el Club Nazaret, para firmar por la Academia de tenis David Ferrer. El estar acostumbrado a vivir con mi familia, estar con mis amigos a todas y pasar a vivir en un piso solo para tener que ocuparme yo de todas las tareas de la casa, fue complicado. Se me vino el mundo encima, aunque pronto lo superé.
¿Cómo fueron tus comienzos?
Mis comienzos fueron con 7 años, cuando me federé y empecé a jugar mis primeros torneos. Recuerdo que mi primer torneo fuera de Andalucía fue en Madrid. A partir de ahí comenzé a jugar torneos fuera de España, que se llamaban Nike Junior Tour.
¿Cómo ha sido tu experiencia en Wimbledon?
Mi experiencia en Wimbledon fue muy bonita, me sentía como un profesional, era uno más. Comía al lado de los jugadores, compartía los vestuarios y el gimnasio. Fue un sueño que tenía desde pequeño, el hecho de verme al lado de los tenistas profesionales. ¡Para repetirla, vaya!
¿Quién ha sido la persona que más te ha marcado en tu carrera?
Las personas que más me han marcado en mi carrera deportiva fueron mi padre, mi madre y mi abuela. Han estado apoyándome desde siempre.
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