Un total de 96 personas encontraron trabajo en Jerez el pasado mes de noviembre, situando la cifra de desempleados en la ciudad en 27.704.
Entre esas personas que han traspasado el umbral del desempleo está Mercedes, que a sus 35 años ha encontrado una oportunidad laboral en una multinacional dedicada a la venta de electrodomésticos. Tras muchísimo tiempo lidiando con contratos temporales, recorriendo kilómetros para repartir currículos y buceando por la red en busca de ofertas de empleo, por fin le ha llegado una buena propuesta. "Para mí ha sido un regalo de Reyes poder encontrar trabajo. Llevaba ya mucho tiempo buscando algo y la verdad es que no me esperaba que pudiera llegar en este momento", destaca a lavozdelsur.es.
"Llevaba ya mucho tiempo buscando algo y la verdad es que no me esperaba que pudiera llegar en este momento"
Su felicidad es enorme. La acogida que ha tenido en el primer mes de trabajo ha sido extraordinaria. El único pero es la duración del contrato. La mayoría de contrataciones llegan en el sector servicios y están limitadas a los meses que dura la campaña navideña. "Estoy muy contenta por haber encontrado este empleo. Ahora lo que espero es que me pueda durar mucho más y no sea únicamente para estas fechas", indica Mercedes, que tiene como gran reto "lograr mi objetivo de quedarme en la empresa".
Para ello está tratando de ofrecer lo mejor de sí misma. Atrás, aunque sea durante dos meses, ha dejado un panorama gris. Muchos meses de incertidumbre y desesperación que ahora obtienen una pequeña recompensa, un poco de luz en el largo desierto de los desempleados. "La situación está muy complicada y no se está nada bien sin tener trabajo. Cuesta mucho algo encontrar algo en condiciones", señala.
Malos tiempos tras la pandemia
María del Mar está a punto de cumplir la treintena. Tiene una hija y vive de alquiler. Su pareja es autónomo y hay meses que saca "lo justo para ir sobreviviendo". Los meses de confinamiento, sumados a las dificultades económicas de estos nuevos tiempos pandémicos, hicieron mella en los ahorros familiares. Tuvieron que abrir la hucha y ahora viven al día, arrastrando algunas facturas y pidiendo colaboración a sus padres para afrontar los imprevistos que aparecen en muchos hogares.
Su último trabajo databa de hace algo más de tres años. Estuvo algo más de seis meses en un bazar oriental hasta que se quedó embarazada y tuvo que dejarlo. Aunque lleva tiempo tratando de reinsertarse laboralmente hablando, no ha sido hasta el noviembre pasado cuando ha podido colocarse en una empresa dedicada a la comercialización de ropa y accesorios del hogar. Trabaja únicamente los días más fuertes de la campaña navideña, cuando es necesario un refuerzo por la cantidad de personas que acuden a comprar en estas fechas.
"Con este trabajito que me ha salido al menos no le doy tantas vueltas a la cabeza mientras estoy trabajando"
"Me gustaría tener un contrato de más horas y fijo, pero no me puedo quejar. Al menos me ha salido esto, que viene muy bien para todos los gastos que vienen ahora. No sé si podré quedarme después, prefiero no pensarlo y vivir el día a día", apunta María del Mar. Con casi 30 años le gustaría poder tener ya una vivienda y no tener que estar moviéndose de un lado para otro. Hasta cuatro mudanzas ha tenido que realizar en los últimos cinco años. "Si no tienes un trabajo es imposible optar a una vivienda. Los bancos no te aprueban la hipoteca y es la pescadilla que se muerde la cola. Hay veces en las que una pierde la esperanza por cómo está todo, pero con este trabajito que me ha salido al menos no le doy tantas vueltas a la cabeza mientras estoy trabajando".
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