La Liga de Fútbol Profesional ha decidido ponerse en marcha para reiniciar la actividad futbolística en un horizonte ya cercano. Una reunión telemática con todos los médicos de los clubes de Primera División ha establecido un calendario que servirá para la vuelta al trabajo, independientemente de si los partidos pueden jugarse con público o sin él. Mientras, miles de profesionales sanitarios y de otros servicios esenciales durante la pandemia llevan semana reclamando más pruebas a las autoridades que no llegan. Serán los laboratorios privados los que se hagan cargo de las necesidades del fútbol, aunque no hay que olvidar que el Gobierno tomó la gestión de estos para los casos en que fuera necesario.
Este plan implica que se realicen tres pruebas de coronavirus a cada futbolista, adelanta Marca. El primero, este próximo martes. Será a través de un PCR (prueba de laboratorio) y un test serológico, y este primer paso será fundamental para conocer si hay jugadores infectados actualmente. Así, se podrán retomar los entrenamientos si todos dan negativo. De producirse algún positivo, esto implicaría una medida que perjudicaría a algún club concreto frente al resto.
La segunda prueba será justo antes de que comiencen los entrenamientos, algo que esperan pueda producirse en la primera quincena de mayo, aunque deberá ser el Gobierno el que lo permita a través de las autoridades sanitarias. Para entonces, el estado de alarma actual podría ser diferente al que se ha aprobado y entra en vigor el lunes 27 de abril. El 11 de mayo caduca éste, por lo que podrían ser condiciones diferentes que permitan la actividad deportiva de alto nivel.
El tercer test será antes de que comiencen los partidos. En total, serán 1.500 pruebas, tres por cada uno de los alrededor de 500 futbolistas que hay en Primera. A ellos deberán unirse, aunque no se ha hablado aún de ello, todos los profesionales de diversas áreas con los que están en contacto, para evitar un brote que afecte a equipos concretos e impidan la actividad de algún equipo. Entrenadores, fisioterapeutas, personal de cuidado de las instalaciones, personal sanitario deportivo... La estructura de los equipos de fútbol podría llegar a duplicar el número de pruebas a realizar para retomar el fútbol.
Así, un rebrote obligaría a parar más de un mes, con lo que el calendario no se podría cumplir hasta finales de verano, al menos, entre la convalecencia y la recuperación física de los afectados. Otras grandes ligas, como la NBA, se muestran reacias a poner fecha a la vuelta a la actividad. La ACB, en cambio, ha diseñado un sistema de competición que recortaría el número de partidos y daría, al menos, un campeón a la competición.
Este recorte en el fútbol podría producirse por un sistema eliminatorio del que no se ha hablado por el momento con carácter de oficialidad.
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