“Desde que empecé los estudios de científico tecnológico me acostumbré a ser una de las pocas mujeres que había”, dice al otro lado del teléfono Emilia Gómez (Sevilla, 1975), una ingeniera de Telecomunicaciones andaluza que ha sido incluida por la Comisión Europea entre las 45 mujeres ejemplares de todo el continente, referentes para las niñas de Europa. La campaña, llamada Women4future, sostiene que “la igualdad de género es fundamental para una sociedad próspera y justa”.
“Estoy muy contenta”, expresa cuando habla con lavozdelsur.es, y explica que la iniciativa busca “visualizar el papel de la mujer en diferentes áreas de la tecnología o la investigación, para crear referentes para niñas y niños, aunque sobre todo para niñas, para que se vean reflejadas y vean que pueden hacer este tipo de trabajos cuando sean mayores”. En el listado de 45 mujeres de toda Europa hay cuatro españolas. Además de Emilia Gómez están María Blasco —bióloga molecular y directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas—, Irene Villa —esquiadora paraalpina ganadora de varios campeonatos de España—, y Paz Fernández de Vera —profesora de Negocios y Emprendimiento en las áreas de Formación Profesional—.
Emilia Gómez, profesora de la Universidad Pompeu Fabra e investigadora del Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, lidera en estos momentos un proyecto sobre inteligencia artificial. "Los programas aprenden y emulan algunas capacidades de la inteligencia humana, se adaptan a su entorno", dice. "Yo no desarrollo la inteligencia artificial, sino que estudio cómo las personas interaccionan con ella, y cómo nos influyen en nuestras decisiones", explica. La ingeniera sevillana asegura que trabaja en "un sistema que se construye con y para las personas". Por ejemplo, sistemas que recomiendan canciones, películas o noticias en función de las búsquedas.
"Estudio cómo hacer sistemas que no discriminen, que sean transparentes, que cumplan una serie de requisitos para que sean confiables", agrega Gómez, que trabaja en la sede que el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea tiene en Sevilla. "Somos unos 300 científicos e investigamos sobre diferentes áreas: el cambio climático, la economía circular, las ciudades inteligentes... El mío, la inteligencia artificial, tiene especial relevancia para la Comisión Europea", cuenta.
Emilia lo tiene claro: "Necesitamos más mujeres en este ámbito para ayudar a construir las herramientas, para que sean útiles a todo el mundo". "Si todas las tecnologías —abunda— las desarrollan hombres, o gente con el mismo pensamiento, no se piensa en todas las posibilidades. Hay que tener equipos diversos, que haya gente de diferentes culturas, orientaciones sexuales, razas, pensamientos políticos... Hay que combinar todo eso para que los productos sean cada vez mejores".
A la ingeniera, de padre abogado y madre profesora de música, siempre le gustaron las matemáticas y, sobre todo, la música. "Elegí ingenería porque quería estudiar una carrera aplicada y las telecomunicaciones tienen su parte de proceso de imagen y de sonido". "Cuando estudias ingeniería puedes hacer trabajos muy diferentes, es una rama tan amplia que es difícil saber de qué vas a trabajar". Ella, trabajando en inteligencia artificial, se encuentra muy a gusto porque "estas profesiones cambian el mundo".
Su labor como investigadora la compagina con su trabajo como madre. "Cuando he tenido hijos, se nota que las mujeres socialmente tienen más responsabilidad con los hijos, es algo que se suma a tu trabajo", expresa. "Hay muchas más mujeres que tienen la responsabilidad de la familia y del trabajo, como una superwoman que lo hace todo", dice.
La campaña Women4future de la Comisión Europea es importante, cuenta Emilia, porque "históricamente, como la igualdad no era una prioridad, la mujer no tenía oportunidades de hacer una carrera... se conocen muy pocas compositoras o científicas". Por eso, "cuando eres una niña, o incluso un niño, y ves que hay mujeres referentes, cambia la forma de pensar". A las pequeñas niñas se dirige para darles un consejo: "Les diría que eligieran una ingeniería, porque tendrán mucha libertad para escoger en qué trabajar. Y a los padres y madres les diría que las apoyen, que pueden cambiar el mundo con este tipo de profesiones. Las necesitamos".
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