Trencats, asociación contra las violencias en las escuelas, ha hecho pública la fotografía de Dani Quintana, un adolescente de 15 años de Almacelles (Lleida) que se quitó la vida hace tres meses tras sufrir acoso y violencia escolar. Según la entidad, el joven era víctima de robos y roturas de su material escolar, aislamiento en el recreo y amenazas con arma blanca, sin que el Institut Canigó, donde estudiaba, actuara de manera efectiva.
Desde Trencats explican que comparten la imagen de Dani, al igual que hicieron en su momento con la de Sandra Peña, otra víctima de acoso, “porque su madre, Marina, así nos lo pide para concienciar a la sociedad y para que la historia de su hijo no caiga en el olvido”. La asociación denuncia que la Inspección Educativa del departamento de Educación y Formación Profesional de la Generalitat de Catalunya respondió a la familia asegurando que el colegio no vio “evidencias claras” de acoso, una afirmación que consideran una validación de la inacción institucional.
Críticas a la respuesta de la Inspección Educativa
En sus redes, Trencats denuncia lo que describe como una práctica recurrente en la administración: “Condenamos esta práctica habitual de la inspección educativa que acaba encubriendo las violencias en las escuelas”. Según el colectivo, esta postura contribuye a que muchos casos de acoso escolar terminen sin una intervención real ni medidas de protección para las víctimas.
La organización insiste en que la responsabilidad de las autoridades educativas es actuar desde el primer aviso. “La inspección educativa debe comprobar y garantizar que los colegios activan todas las medidas para proteger a sus alumnos desde el primer aviso, sin excusas ni valoraciones subjetivas. Decir que no hay “evidencias claras” es admitir que no se actuó. Si quieren testigos de los hechos, los hay”, advierten desde la asociación.
El comunicado también subraya que muchas familias sólo logran ser escuchadas cuando los casos se hacen públicos. “Parece ser que solo haciendo público a través de los medios un caso así, las familias conseguimos que las consejerías de educación se vean obligadas a señalar la inacción de los centros. Ha pasado con Sandra y también pasó con mi hija Kira. Un niño ha muerto, y no permitiremos que negligencias como esta oculten una realidad que destroza vidas”, denuncia la asociación presidida por José Manuel López, padre de Kira.
El caso de Dani se suma a una larga lista de víctimas de acoso escolar en España, entre las que figuran Kira, Sandra, Daniela, Lucía, Alejandro, Laura, Claudia, Óscar, Lucía, Ilan, Adam, Diego, Carla, Alan, Hugo, Alana y Jokin, además de muchas otras cuyos nombres nunca trascendieron. Para Trencats, cada uno de ellos “no son cifras, son vidas”.
La asociación ha reiterado su compromiso de seguir presionando a las administraciones para que el acoso escolar sea tratado con la gravedad y la urgencia que merece, y para que no se repitan tragedias como la de Dani Quintana. “El acoso escolar mata”, concluye el comunicado.
