Dani tenía solo 15 años: su familia denuncia 'bullying' tras su trágico final

La madre del joven ha denunciado que sufría aislamiento, insultos y robos de material en el centro educativo en el que estudiaba

Imagen de una manifestación contra el acoso escolar.
Imagen de una manifestación contra el acoso escolar.
26 de septiembre de 2025 a las 00:06h

Dani, un joven de 15 años, se quitó la vida hace dos meses en Almacelles, provincia de Lleida, en lo que su familia considera un caso de acoso escolar no atendido por el centro educativo. El cuerpo del menor fue hallado sin vida en la terraza de la vivienda familiar. La madre ha roto su silencio tras semanas de duelo y ha decidido denunciar públicamente la situación que, según relata, vivía su hijo y que iba desde el aislamiento, los insultos y hasta robos de material.

La familia ha sostenido que la reacción del centro llegó demasiado tarde, cuando las medidas ya no podían evitar el desenlace. A pesar de las denuncias verbales y señales, consideran que la respuesta institucional fue insuficiente y poco diligente. La madre lo ha recordado como “un chico que siempre iba con una carcajada, hacía bromas, se hacía querer e intentaba sacar una sonrisa a la gente”.

Educación admite la investigación, pero no halla pruebas claras de acoso

Desde la Dirección de los Servicios Territoriales de Educación se ha informado de que se abrirá una reunión con la familia, y se ha confirmado que ya se han realizado entrevistas y diligencias con familiares y personal del centro. No obstante, las fuentes consultadas han declarado que "no se encontraron evidencias claras de acoso", aunque añadieron que "una vez escuchados los argumentos que puedan aportar, en su caso se seguirá investigando con la intención de verificar todas las posibles situaciones". La dirección del instituto implicado ha rechazado hacer declaraciones.

María José López, madre de Kira, otra joven de 15 años víctima mortal de la violencia escolar, ha mostrado su apoyo públicamente a la familia de Dani. En sus palabras: "No es solo que el sistema no funcione, es que tapa y miente. Colegios e instituciones que se convierten en juez y parte a costa de la dignidad y, en el peor de los casos, de la memoria de las víctimas".

En medio del dolor, la familia ha iniciado un proyecto para que la memoria de Dani no se diluya. Con el respaldo de la Asociación Recreativa Cultural Almacellenca, se están recogiendo fondos para pintar un mural en homenaje al joven. La obra, que será realizada por el artista Oriol Arumí, incluirá su imagen, mensajes de prevención y teléfonos de ayuda. El mural se ubicará frente a la Placeta de Josep Carner, próxima al centro donde estudiaba Dani.

La iniciativa no solo busca rendir homenaje, sino también convertirse en un símbolo de apoyo y visibilidad para otras víctimas de la violencia escolar. La familia espera que este gesto sirva para generar conciencia y romper el silencio que rodeó a Dani hasta sus últimos días.

Con este gesto y su testimonio, los allegados de Dani pretenden mantener viva su memoria y alertar sobre una problemática estructural que sigue sin recibir la atención institucional que merece. La historia de Dani se suma a la de otras muchas víctimas y plantea de nuevo una pregunta urgente: ¿qué más tiene que pasar para que el sistema y las administraciones actúen de verdad?

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Rubén Guerrero.

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