Dos años y medio después de la tragedia que conmocionó a Sallent de Llobregat (Barcelona), la abuela de las gemelas víctimas de un presunto caso de violencia escolar ha vuelto a alzar la voz. Tras el reciente fallecimiento de Sandra, Judit, abuela de Alana y Leila, ha reclamado justicia para su familia.
El 21 de febrero de 2023, las hermanas, de 12 años, se lanzaron desde un tercer piso de su vivienda. Alana murió en el acto, mientras que Leila sobrevivió con secuelas neurológicas y físicas que tendrá para siempre. La investigación judicial apuntó a que “podía haber sido objeto de un cierto acoso escolar por parte de algunos compañeros, porque habría recibido insultos derivados de su identidad sexual y de su condición de extranjera”.
La causa fue archivada sin responsables ni condenas
La Audiencia de Barcelona confirmó el archivo del caso dictado por un juzgado de Manresa en diciembre de 2024, al no hallar pruebas concluyentes de delito. Ningún alumno ni responsable educativo fue procesado. La resolución judicial dejó a la familia con la sensación de abandono institucional y de falta de reparación ante un drama que, según la abuela, “no valió para nada”.
Judit ha expresado públicamente su dolor y su indignación. “El 21 de febrero de 2023, mis nietas se arrojan desde un balcón en Sallent de Llobregat. Mi Alana no sobrevivió. Leila sí, pero tiene daño neuronal y físico. La causa se cerró el año pasado. No hay culpables. Pareciera que la muerte no valió para nada”, escribió en redes sociales. Sus palabras reflejan la frustración ante una justicia que, a su juicio, no ha estado a la altura. La abuela lamenta que “los daños psicológicos que sobrelleve mi nieta, que sobrevivió, y también cargan su mamá y otro hermano, no valen tampoco. No hubo responsables ni condenados”.
En su denuncia pública, Judit concluyó con una afirmación que resume su sentimiento de impotencia: “Así actúa la justicia de este mundo. Así funciona este mundo de criminales sueltos”. Unas palabras que, más de dos años después, resuenan con fuerza y reabren el debate sobre la respuesta institucional ante el acoso y la salud mental de los menores en los centros educativos.








