El mundo del cine y las artes escénicas sigue de luto por el fallecimiento de Itziar Castro a los 46 años. Un golpe duro el pasado 8 de diciembre que provocó una oleada de dedicatorias en redes sociales, aunque también desató la gordofobia.
En un primer momento, los medios apuntaban a que Itziar falleció por un infarto mientras nadaba en una piscina en Lloret del Mar (Girona). Pero su madre, Lucía Rivadulla, ha contado que "ha sido una muerte súbita" y "ha muerto feliz".
Entre lágrimas expresó que el corazón de su hija “explotó” y que el suyo “también va a explotar". El Instituto de Medicina Legal y Forense ha confirmado que esta es la causa exacta del fallecimiento de la intérprete conocida por su participación en series como Vis a Vis o Paquita Salas o en películas como Campeones.
Los expertos explican que un infarto y una muerte súbita no son lo mismo, aunque las personas tiendan a confundirlas y usar los términos indistintamente.
Según explican, una muerte súbita aparece de manera repentina en personas sanas. Sin previo aviso, el corazón deja de latir o late de manera irregular y la víctima cae desplomada sin conocimiento.
En cambio, un infarto de miocardio va asociado a dolores agudos durante horas, sudoración, dolor en el pecho y las víctimas no presentan pérdida de conocimiento.
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