La ministra de Sanidad, Mónica García, ha anunciado este lunes que uno de sus primeros propósitos al frente de su recién estrenado cargo es el endurecimiento de la ley antitabaco, una norma que en los últimos años no ha sufrido modificaciones importantes casi 20 años después de que el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero limitara el humo en espacios cerrados.
Así, García recuperaría una fórmula empleada durante la pandemia con el fin de limitar contagios, una limitación que decayó en territorio estatal -algunas comunidades lo mantienen por su propia cuenta en 2023- cuando la situación sanitaria mejoró.
Esa norma no sería otra que prohibir fumar en las terrazas de los bares, una limitación que implicaría para Sanidad dos cuestiones: por un lado, proteger a los fumadores pasivos, y, por otro, desincentivar a los fumadores que sí se encuentran enganchados a este hábito.
Especialmente claro es en terrazas que están techadas parcialmente, especialmente en invierno, por la presencia de estufas. En estos espacios se acumula a menudo el humo, lo que incomoda a todo tipo de fumadores pasivos, tanto adultos como niños.
Ya la antecesora de la dirigente de Más Madrid, recientemente incorporada al Gobierno de coalición, habló de recuperar la ley antitabaco. María Luisa Carcedo, que ha sido ministra hasta el mes de noviembre, planeaba ya una reforma que se vio paralizada por el adelanto electoral.
A esta futura limitación se suma el deseo del Gobierno de encontrar una nueva regulación para los vapers desechables. Por una cuestión de habituación al tabaco entre menores y otros colectivos, pero también por el problema medioambiental que generan. El objetivo es "equiparar" los vapeadores a cualquier otro derivado del tabaco.
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