El Barroso: de ahora en adelante...

El Consejo Regulador acelera su envite contra el parque eólico en pleno viñedo de Jerez, tras constatar que el proyecto cuenta con el beneplácito del Ayuntamiento tras firmar un segundo convenio

César Saldaña, presidente del Consejo Regulador del vino de Jerez, el pasado jueves en el pleno municipal de marzo.
César Saldaña, presidente del Consejo Regulador del vino de Jerez, el pasado jueves en el pleno municipal de marzo. MANU GARCÍA

Si estuviéramos en Reino Unido –que es tradicionalmente el principal mercado del vino de Jerez- seguro que las casas de apuestas aceptarían el lance de si se va a terminar el parque eólico de El Barroso o, por contra, finalmente se van a paralizar las obras. Como se ha venido publicando se trata de un parque de aerogeneradores en el límite del pago de Macharnudo, en el corazón del viñedo que nutre a las denominaciones de origen (DO) Jerez-Xérès-Sherry y Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, una iniciativa que está llevando a cabo desde hace ya unos cuantos meses la empresa Capital Energy con la oposición creciente de los viticultores y bodegas del Marco de Jerez y con el cada vez más evidente beneplácito, aunque se deje entrever que es con una pinza en la nariz, de su Ayuntamiento...

El tema del parque eólico ha ido creciendo hasta ser lo que se llamaría en la prensa tradicional noticia de portada en Jerez. Simplificando, desde que comenzó a hacerse latente el malestar del sector vitivinícola con este asunto, el gobierno municipal de Jerez ha estado jugando a lo que en Cataluña se llama “hacer la puta y la Ramoneta”, un ejemplo tal vez un tanto extraño a Andalucía, pero evidentemente muy gráfico para definir jugar a dos barajas, hacer una cosa y la contraria… y, en este caso concreto, estar realmente en la defensa de dos posturas que, en definitiva, poco o nada tienen que ver.

En principio, parecía —así se dijo— que el actual Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) era suficiente para preservar el viñedo (entendido como patrimonio) de este tipo de iniciativas, pero después hubo un contrainforme técnico diciendo que no, que de eso nada. De hecho, el gobierno municipal no solo firmó en su día un convenio con la empresa promotora, sino que hace cosa de un mes, cuando ya había estallado la polémica, fue y lo renovó. Desde el mismo momento en que comenzaron las críticas y el tema saltó a los medios de comunicación, el gobierno del Ayuntamiento empezó a decir que el tema no era de su agrado, pero que la actual legislación le obligaba a la concesión de dicha licencia, a la vez que emplazaba a la Junta de Andalucía a frenar este tema en el procedimiento que aún tiene abierto acerca de la utilidad pública —o no— de este parque eólico.

 El Ayuntamiento de Jerez parece haber entrado en lo que podríamos definir como una doctrina “de ahora en adelante”, es decir, dejar claro que como que no le ha quedado más remedio que tramitar dicha licencia, pero que el compromiso de tratar al viñedo como patrimonio de Jerez y de la comarca sigue estando plenamente en su ánimo, aunque sea a futuros. En fin, de locos, sobre todo cuando hace unos días se firma, como se acaba de señalar, un segundo convenio –y se hace público con foto de la alcaldesa, para que quede claro- en el que se renueva lo acordado con anterioridad y se hacen públicas cifras como los 90.000 euros anuales que esta infraestructura repercutirá en las arcas municipales, además de la creación de un reducido número de empleos, probablemente cuatro.

Zona de El Barroso, en la manifestación del pasado 19 de febrero contra la instalación del parque de Capital Energy.
Zona de El Barroso, en la manifestación del pasado 19 de febrero contra la instalación del parque de Capital Energy.

Después de hablar del papel —del papelón, más bien— de las Administraciones, sobre todo de la local (por ahora… estamos esperando a la Junta), llega el momento de hablar del sector vitivinícola jerezano. Claro, lo primero que se le pasa por la cabeza al cronista es concederle el papel de víctima y darle todas sus simpatías. El segundo aspecto es incuestionable, pero el primero admite distintos matices, más que nada porque se está yendo siempre tarde. Vamos por partes. Sin matarse a buscar referencias en internet, aparece una noticia de Diario de Sevilla de junio del año pasado —es decir, hace ya casi diez meses— en la que se informa de que Capital Energy tiene intención de desarrollar un parque eólico en la zona conocida como El Barroso, en el municipio de Jerez. Bien… ¿cuándo estalla la indignación de los viticultores del Marco, al día siguiente? En absoluto.

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Intervención de César Saldaña en el pleno.   MANU GARCÍA

No vamos a machacar al lector con continuas referencias a la hemeroteca, resulta aburrido, vamos a dejarlo en que la respuesta tarda meses en articularse. Hasta que no comienzan las obras no hay una percepción aproximada de la magnitud del tema o al menos no se manifiesta públicamente. Mientras, hay viticultores que han vendido sus parcelas convencidos, hartos de expresiones grandilocuentes –que si patrimonio universal, que si pagos míticos de la DO, etc- y de que a la hora de la verdad la uva se le pague a 40 céntimos/kilo, si bien hay otros que quieren echarse atrás y dicen que han vendido de alguna manera coaccionados por la empresa, sin la información suficiente y ante el temor de que sus tierras fueran expropiadas para desarrollar este proyecto (y, en consecuencia, al final acabaran recibiendo menos dinero por las mismas).

Después se ha ido constatando —sin que se hayan producido reacciones más allá de titulares en prensa— que esta iniciativa energética toca mucho más de cerca de lo que se suponía en un principio el pago de Macharnudo y que la línea de evacuación de la energía, hacia El Puerto, también pasa por viñedo histórico en el propio Marcharnudo y otros de la entidad de Añina o Balbaina… Este tema, hay que decirlo, no solo afecta al viñedo como productor de uva, sino como receptor y generador de actividades económicas paralelas, como el enoturismo, ya que tiene una evidente incidencia sobre el paisaje y, en consecuencia, sobre futuras iniciativas en este sentido que pudieran realizarse con la viña como protagonista.

Bien… el caso es que tras ir sumando una tras otra, para cuando el sector consigue articular lo que podríamos definir como una respuesta conjunta y una posición firme las obras del parque eólico llevan meses en marcha. Hace poco más de dos meses, César Saldaña, el presidente del Consejo Regulador, acepta —y lo hace convencido— ponerse al frente de la protesta. Su decisión es encomiable y da un importante toque de institucionalidad a cualquier iniciativa que se vaya a plantear de ahí en adelante desde la parte vitivinícola, pero por ahora alterna indudables éxitos como el del pasado jueves en su alegato en defensa del viñedo ante el pleno municipal de Jerez con situaciones agridulces como la manifestación celebrada hace unas semanas a pie de obra y a la que acudieron poco más de 200 personas, constatando que no era el lugar —otro gallo hubiera cantado probablemente en la plaza del Arenal— y que asociaciones con gran poder de movilización (cooperativas, Asevi-Asaja o incluso Coag) que dieron su apoyo al acto, no habían puesto toda la carne en el asador, con el simple dato de la asistencia como prueba del nueve.

Volviendo a su intervención del pasado jueves en el Consistorio jerezano, Saldaña planteó una enmienda ‘a la totalidad’ al parque eólico en su emplazamiento actual, pero a efectos prácticos dejó claro que, como la conocida novela, su dios empieza a ser el de las pequeñas cosas —léase judicialización— que no deja de ser otra forma de la doctrina “de ahora en adelante”: ahí va a estar en si la licencia es para este perímetro concreto, en posibles incumplimientos urbanísticos, otro tanto con los medioambientales, hídricos, etc… eso sí, arrancó el compromiso, de evidente carácter tautológico, de que Urbanismo inspeccionará todo lo que se está haciendo en El Barroso, que debe ser que en otros sitios o para otras cosas pues como que…

Pues habrá que ver qué ocurre. No todo está dicho, pero es evidente que cada día que pasa es un día más que avanzan las obras y la situación —me da— será más difícil que se pueda revertir...

CODA: En lo que se puede definir como un día grande, César Saldaña estuvo el jueves por la mañana en el pleno municipal y, por la tarde, en el Consejo Regulador presentando con gran éxito de público su obra El Libro de los Vinos de Jerez (Almuzara, 2022). Durante su intervención dejó caer el compromiso de la institución que preside con el futuro del viñedo.

OTRA CODA: Exitazo en redes sociales de la bodega sanluqueña Delgado Zuleta con el lanzamiento de ‘Me Debes las Sevillanas de las dos Últimas Ferias”, una manzanilla con un nombre tan largo como elocuente que, sencillamente, lo está ‘petando’…

Sobre el autor:

Carlos Piedras, nuevo jefe de Edición y Opinión de lavozdelsur.es, en un retrato en la redacción del periódico.

Carlos Piedras

Nací en Madrid, en 1965, aunque llevo exactamente media vida viviendo en Jerez. Soy licenciado en CC de la Información (Periodismo) por la Universidad Complutense. He sido jefe de la sección local del Diario de Jerez y también he trabajado en Información Jerez y el Diario Ya (época de Antena 3). He colaborado con El Mundo, Economía y Empresas, Notodo… Soy socio fundador y colaborador habitual de lavozdelsur.es. Últimamente he publicado el libro ‘Sherry & Brandy 2.0’ y he redactado el guion del documental sobre el vino de Jerez ‘Sherryland’. Todo esto ha hecho que me vaya haciendo una idea aproximada de las cosas… 

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