BBVA tiene previsto aplicar un ERE que puede afectar en torno al 10% de su plantilla, o lo que es lo mismo, a unos 3.000 trabajadores de los 23.300 que tiene en en todo el país. El banco ya ha expresado a los sindicatos su voluntad de "iniciar un procedimiento de despido colectivo en España, que afectará tanto a los servicios centrales como a la red comercial”.
El viernes 16 de abril tendrá lugar primera reunión entre la compañía y la representación legal de los trabajadores, y será cuando se conozcan más detalles del profundo ajuste que pretende aplicar el banco, motivado por la "profunda transformación" en la que se encuentra el sector bancario, marcada por "una enorme presión competitiva, bajos tipos de interés, la adopción acelerada de los canales digitales por parte de los clientes y la entrada de nuevos actores digitales”.
Una nota enviada a los empleados recoge que el “objetivo es explorar conjuntamente fórmulas que permitan minimizar el impacto en la plantilla”. BBVA, así, quiere ejecutar despidos para garantizar “la competitividad y la sostenibilidad del empleo a futuro”. “Resulta imprescindible continuar trabajando de forma aún más decidida en reducir nuestra estructura de costes”, recalca.
“Abordamos este proceso con actitud dialogante, con el compromiso de guiarnos por criterios de objetividad y con la voluntad de llegar al mejor acuerdo posible para todos”, añade la compañía, que se compromete a informar de todo a los empleados, “preservando siempre el respeto al proceso negociador que acabamos de iniciar”.
BBVA tenía 123.174 empleados en más de 30 países al cierre de 2020. "Tenemos el serio compromiso de revisar nuestra base de costes, especialmente en mercados de bajo crecimiento", aseguraba Onur Genç, consejero delegado del banco, a finales del pasado mes de enero, por lo que el banco ya trabaja en "fórmulas que permitan minimizar el impacto en la plantilla".
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