El 15 de septiembre de 1924 el Padre de la Patria Andaluza visitaba la tumba del rey poeta Al Motamid. Un viaje lleno de significados e interpretaciones maliciosas
A partir de la llegada de la Dictadura y sus imposiciones ideológicas, el andalucismo se pliega a una fase de obligado silencio y reorganización y los Centros Andaluces fueron cerrando bajo censura gubernativa.
Se desean imponer unos modos de expresión identificables con las clases dominantes y aparentemente cultas. A partir de ahí te inventas una Real Academia que “fija y da esplendor”, la coronas con un Borbón como cabecera y junto a patrocinadores del Ibex 35 te montas un chiringuito normalizador de un castellano. El andaluz está por encima de todos los cánones.
El intelectual impulsó el Centro de Estudios Andaluces, creó la Junta Liberalista con Blas Infante y llegó a ser el primer director y conservador municipal de los Reales Alcázares de Sevilla. En 1977 volvió a la ciudad hispalense, pero su corazón no aguantó hasta las históricas movilizaciones del 4 de diciembre. En Portugal una lápida le recuerda como "andalucista histórico".